El gobierno de Andrés Manuel López Obrador prohibió expresamente al Ejército mexicano combatir a los cárteles de la droga, puesto que desde el más alto nivel, el gobierno mexicano trabaja en complicidad con estos grupos, particularmente con el Cartel de Sinaloa, dijo en 2020 Terry Cole, el nuevo jefe de la Drug Enforcement Administration (DEA).
En México no sabes “quién es quién” pues todos pueden estar mezclados con el narcotráfico, desde políticos hasta policías, pasando por soldados, dijo Cole en entrevista exclusiva con el portal Breitbert en el año 2020. Cole fue agente de la DEA durante 22 años y ahora es su nuevo director.
El reciente nombramiento de Terry Cole como nuevo jefe de la DEA por parte de Donald Trump provocó que en medios de comunicación mexicanos se recordaran sus duras declaraciones que en ese entonces, en el contexto de la pandemia y de la tersa relación entre el gobierno de López Obrador y Joe Biden pasaron desapercibidas en México. La entrevista fue realizada por el exagente antiterrorista Jaeson Jones.
Desde su posición de experto, como participante en decenas de misiones antidrogas en varios países, México incluido, Cole habló entonces de cómo las restricciones de la pandemia habían favorecido que los carteles mexicanos, el de Sinaloa principalmente, mejoraran sus habilidades para sintetizar fentanilo y sus precursores, con la finalidad de no depender de los productos traídos de China.
Además, afirmó sin matices que en México los carteles trabajan “mano a mano con altos funcionarios del gobierno”. Agregó que la inteligencia de los oficiales de la ley de Estados Unidos informa sobre la ubicación de los laboratorios de fentanilo, metanfetaminas, cargamentos de cocaína, movimientos financieros y miembros de los carteles, pero que se han topado con que “no hay voluntad de hacer nada”.
Agregó que si “el contribuyente común y corriente supiera mínimamente como el gobierno y los carteles operan juntos se sentirían asqueados. Muchas veces es difícil distinguir quién es quien cuando tratas con carteles, policía federal, fuerzas militares y gobierno federal” en México, aseveró.
Sobre los nexos con los grupos criminales en China, Cole dijo que el gobierno mexicano “se niega a investigar , arrestar o procesar a los posibles involucrados, alegando falta de evidencias en los casos. Hay personajes corruptos profundamente implicados dentro de las instituciones judiciales, el ejército y la burocracia en general”.
Jones preguntó a Cole cómo obtienen los carteles mexicanos los precursores desde China. Cole respondió que los carteles mexicanos tienen contactos chinos que están en México y que mediante ellos hacen sus pedidos. Luego “se embarcan en cargueros disfrazados como artículos legales y así se asienta en facturas, recibos y registros. El barco llega, por ejempo, a los puertos de Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Veracruz o Ensenada. Estos puertos están bajo el control de grupos de traficantes que facilitan una llegada tersa, transporte seguro y la entrega a los laboratorios”.
Precisó que dentro de los barcos se apilan barriles “con los precursores químicos para cocinar meta y fentanilo”. Todos los documentos están perfectamente falsificados, desde el registro de embarque, las marcas en los barriles y las facturas. Así, los precursores salen desde China “y llegan a las manos del Cartel de Sinaloa”.
Cole afirmó que fue en 2014 que el Cartel de Sinaloa hizo la transición de cocinar solo metanfetamina a también cocinar fentalino. Es decir, que tiene once años que el Cartel de Sinaloa, entonces dirigido por Ismael Zambada, incursionó en esta droga, a partir, dijo Cole, “que inició en Estados Unidos la crisis de los opioides”.
“El cartel vio que el mercado estaba cambiando y de inmediato trabajó para llenar la brecha con fentanilo. El Cartel de Sinaloa entiende mejor que nadie el mercado de los narcóticos ilícitos y se ajustan muy rápidamente”.
Dijo también que las mafias chinas llevan trabajando con el Cartel de Sinaloa alrededor de 20 años, “hasta donde sabemos en la DEA”. “Recuerda: China lava dinero para organizaciones terroristas y criminales en todo el mundo, como Hamas y lo hace con cero por ciento de interés”.
“Como dije antes, el pueblo norteamericano ha gastado billones de dólares de los impuestos en México para detener el flujo de narcóticos a nuestros país y fortalecer la capacidad del gobierno de combatir a los carteles. Billones gastados y ¿qué resultados tienen? Casi nada, si me preguntas. El gobierno mexicano, en sus más altos niveles, es cómplice y trabaja mano a mano con estos carteles en cada nivel de manufactura, transporte y distribución”.
“Unidades de élite, como la Secretaría de Marina, han sido completamente marginadas de esta lucha. El gobierno mexicano actual (el de AMLO) les prohibió perseguir a los líderes de los carteles”.
Y, tal como lo informó en 2024 el diario The New York Times, Cole afirmó que el CS tiene en su nómina a expertos en química para trabajar sus laboratorios o cocinas. Esto ocurre desde 2018, aseguró.
“En 2018 el Cartel de Sinaloa comenzó a contratar profesores de química universitarios por todo México. Han estado operando los laboratorios de fentanilo, supervisando la producción diaria. También buscan modificar la molécula del fentanilo para crear una nueva versión sintética. El objetivo es usar diferentes precursores químicos para no depender de las importaciones de China”. Agregó que han tenido logros al respecto.
El periodista le comentó: “Esto parece un episodio de Breaking Bad”. Y le preguntó cuántos químicos trabajaban para el CS. Cole respondió que de lo que él sabía eran alrededor de 15 los especialistas que estaban al servicio del grupo delictivo. Agregó que estimaba que en todo México había unos 20 laboratorios de fentanilo en activo por parte del CS.
Entre todos los laboratorios pueden producir millones de píldoras de fentanilo al día a un costo de unos cuantos centavos cada pastilla.
Las autoridades mexicanas saben todo lo que nosotros averiguamos y se niegan a hacer nada, agregó. “Es muy frustrante”. Afirmó que estaban convencidos que las autoridades mexicanas deliberadamente obstruían las investigaciones y cualquier acción al respecto.
ofv