A una semana de los hechos que provocaron que varias redes sociales dieran de baja las cuentas de Donald Trump, el presidente Andrés Manuel López Obrador continuó su discurso contra la censura y hasta no descartó que se busquen opciones a las redes para garantizar la libertad. Su esposa ha denunciado varias veces a Twitter por su permisividad.
López Obrador volvió a colocar la discusión sobre las redes sociales fuera de cualquier contexto, sin problematizar y sólo con peticiones de principio, pese a los cual prometió reflexión y análisis sobre ellas porque “nos importa mucho la libertad”.
No sólo ello, sino que dijo que no hay que descartar que con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, las secretarías de Gobernación, de Relaciones Exteriores y de Comunicaciones y Transportes, además de la Consejería Jurídica, se busquen opciones “para garantizar la libertad y para que en México no haya censura”. Añadió que “ese es un compromiso que tenemos”.
Para responder a una nueva petición de publicidad de “medios alternativos”, insistió en que “no puede ser, repito, que una empresa particular se erija en la institución mundial (por sus alcances) de la censura, como la Santa Inquisición de nuestros tiempos, en lo que corresponde a las redes sociales. Eso no se puede aceptar, no se puede permitir, porque eso va en contra de la libertad”.
Y pretendió bromear al respecto al decir que tras las decisiones de las redes sociales contra Trump “la Estatua de la Libertad en Nueva York se está poniendo verde de coraje, porque no quiere pasar a ser un símbolo vacío”.
Se refirió a la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos: “En aquel tiempo no se imaginaba que iban (sic) a haber empresas particulares con capacidad para limitar la libertad. Por eso esa enmienda hace mención de que ningún gobierno puede limitar la libertad. Entonces, sí es un tema”.
Remató: “Y es no a la censura, sí a las libertades. Puede ser que no nos guste lo que dicen de nosotros, pero no tenemos el derecho a silenciar a nadie. Puede ser que no estemos de acuerdo; el otro día pusimos la frase de que ‘puedo no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo’. Eso es lo que está en juego”.
Así se lo plantea el presidente: libertad sin límites. Pero los hay: como ejemplo están los muchos reclamos que su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller ha hecho a Twitter.
NULO INTERÉS
Apenas el 16 de agosto del año pasado, después de que un usuario de Twitter difundió un video donde se ve a su hijo menor, Gutiérrez Müller escribió: “Ay @TwitterMexico @TwitterSeguro @TwitterLatAm tú y tu permisividad con mensajes que denigran a los menores de edad. ¿Todo eso por dinero? Qué mal. Necesitamos redes sociales con ética y transparencia. ¿Cuándo nos informas cuánto te pagan por esa sucia tarea?”.
En marzo de 2020 Gutiérrez Müller dijo que, por razones sanitarias, levantaba su huelga en Twitter, pero que regresaría a ella “cuando estemos salvos”.
También ha luchado contra los bots. Apenas en diciembre informó que sus publicaciones no se podían retuitear por protección, “porque @TwitterMéxico no tiene el mínimo interés en cuidar la integridad de las personas y permite abiertamente el insulto y la calumnia con granjas de bots las cuales le pagan mucho dinero”.
Desde su cuenta de Twitter Gutiérrez Müller ha denunciado a Twitter por acoso cibernético contra mujeres por parte de bots y porque permite que se incite al odio, la difamación, el desprestigio y la violencia.
En aras de la libertad de expresión, también debe recordarse que fue vía Twitter como Gutiérrez Müller reclamó al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación su invitación a Chumel Torres a participar en un debate sobre racismo. Ello provocó que el acto se cancelara, la titular del organismo tuvo que renunciar y Torres perdió un espacio en un medio.
El 21 de octubre la señora publicó otro reclamo contra la empresa y hasta anunció su salida de su medio: “Esta cuenta llega a los 600,000 usuarios. Desde que la abrí, tengo claro que @TwitterMexico carece de neutralidad y no se aboca a detener o a disminuir ofensas, amenazas, calumnias, racismo, misoginia. Quede manifiesto mi nulo interés en publicar alguna cosa por aquí”.
Esta cuenta llega a los 600,000 usuarios. Desde que la abrí, tengo claro que @TwitterMexico carece de neutralidad y no se aboca a detener o a disminuir ofensas, amenazas, calumnias, racismo, misoginia. Quede manifiesto mi nulo interés en publicar alguna cosa por aquí.
— Beatriz Gutiérrez Müller (@BeatrizGMuller) October 21, 2020
Mucho de lo denunciado por Gutiérrez Müller ocurrió el 6 de enero con los mensajes de Donald Trump en redes sociales y que fueron parte de la violencia en Washington, lo que cobró cinco vidas. Pero López Obrador rechazó referirse a esos hechos y prefirió enfocarse en atacar a las redes sociales.
Pese a los múltiples señalamientos hechos por su esposa por la permisividad de Twitter, López Obrador continúa denunciando censura y proclama una libertad de expresión sin ocuparse de mencionar límites, y hasta promete defender lo que dicen otros aunque no esté de acuerdo.
Después de los hechos violentos en el Capitolio de la semana pasada y de las medidas de las redes sociales contra Trump, este anunció que buscará crear su propia plataforma para difundir sus mensajes porque, dijo, “¡no nos silenciarán!”.
Mientras tanto, su homólogo mexicano acusó censura y dijo que no hay que descartar opciones a las redes sociales existentes para garantizar la libertad.