El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, aseguró que el partido en el poder, particularmente el presidente de la República, quiere generar una narrativa de que en México no hay condiciones para que se respete el voto de los ciudadanos, con la intención de descalificar con virulencia la labor del instituto político, ya que no le agrada el “juego democrático”.
En entrevista en el espacio informativo de etcétera, conducido por Marco Levario Turcott, Córdova Vianello dijo que, de manera inédita en la historia de México, los ataques más intensos que recibe el INE no provienen de una “oposición que clame por mejores condiciones democráticas”, sino que “vienen del poder”.
Aseguró que si algo hemos hecho bien en México “ha sido construir un sistema electoral que permite hoy lenos índices de alternancia más grandes de nuestra historia” y que aún así, el instituto, que fue quien “alzó la mano” del ganador de la elección del 2018, recibe una gran carga de descalificación de parte de ese mismo ganador: López Obrador.
Recordó que “desde que el IFE se convirtió en INE nunca había habido tantos cambios de ganador en las urnas, desde 2015 hasta 2020. El índice de alternancia es del 65%. Es impresionante el cambio de poder. No hay un solo beneficiario de esta alternancia y ese es el mejor ejemplo de que existen condiciones democráticas”, algo que el presidente se empeña en negar.
Al recordar que durante 1988, tras el gran fraude electoral que le dio la presidencia a Carlos Salinas de Gortari, operado desde la Secretaría de Gobernación a cargo de Manuel Bartlett, la oposición salió a las calles a protestar contra el gobierno, que entonces era también autoridad electoral.
Posteriormente se creó el IFE, ahora INE y no había habido descalificaciones del grado que se viven en la actualidad.
“La gran paradoja es que 30 años después, la mayor virulencia, la mayor estridencia de las descalificaciones al INE no provienen de una oposición que clama por mejor condiciones democráticas. Vienen desde el propio poder, desde el partido en el gobierno”.
Agregó que este intento de deslegitimación es preocupante.
“Preocupa el intento de deslegitimación, que me parece que no es casual sino busca construir una narrativa, un discurso de que las elecciones en México carecen de condiciones para el respeto al voto”.
Y, en respuesta a una pregunta de Levario Turcott, sobre las declaraciones que hizo en el espacio de Pascal Beltrán del Río, en el sentido de que las elecciones estarían en riesgo de anularse, hizo varias precisiones.
“Claro que la conducta de algunos actores puede poner en riesgo la elección y de hecho puede poner en riesgo la democracia si se multiplican ciertos tonos inéditos. Yo nunca había escuchado frases dirigidas a una persona o a una institución que pasaran como si nada. Frases como el INE debe morir, el INE debe ser exterminado. Por supuesto que si rompemos la lógica del juego democrático, la democracia se pone en riesgo”, dijo.
El contexto es adverso, de una beligerancia no antes vista en contra del árbitro electoral.
Algunos actores políticos “de manera reiterada están, en el mejor de los casos, jugando al límite de la ley cuando no incluso transgrediéndola, y pueden acabar provocando, si es el caso, y lo deciden los tribunales, cierta calificación de las elecciones”.
No obstante, enfatizó, “la elección va bien. A pesar de todas las complejidades que tenemos, estamos organizando la elección más grande de América Latina de este año, en un contexto de pandemia”.
Es una elección de dimensiones inéditas, tanto por el número de potenciales votantes como por el número de cargos en disputa, afirmó.
Insistió en que van muy bien “todas las cifras de la organización de la elección, de la respuesta ciudadana, que en México es indispensable. Porque el INE es un organizador, pero quién hace las elecciones son los millones y millones de ciudadanas y ciudadanos que deciden “jalar” con el INE”.
Y aseguró que el INE no solo cuenta con los índices de credibilidad más elevados de su historia, sino que tiene las mejores cifras de participación ciudadana para la atención de las más de 163 mil casillas que se instalarán en el territorio nacional.
“Esto habla de que la gente está refrendando su confianza en el proceso democrático de renovación pacífica de los poderes a través del voto, y eso es una gran noticia”.
Levario Turcott insistió en el tema de la credibilidad que goza actualmente el INE, aún bajo los ataques reiterados que ha sufrido por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Córdova recordó que según la Encuesta de la Cultura Cívica, realizada por el Inegi, “el INE está viviendo uno de los momentos de mayor credibilidad y confianza ciudadana de toda su historia”.
Esta confianza se ha ganado tras 30 años de evolución democrática, en la que la participación ciudadana ha sido fundamental.
“Según el Inegi, el INE es la institución civil del Estado mexicano en que mayor confianza tiene la ciudadanía. Estamos solo por debajo del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional”, que no son instituciones civiles.
Destacó que los ataques recibidos por parte de Morena, López Obrador, Félix Salgado Macedonio y otros miembros del partido en el poder, paradójicamente, no han minado la confianza que la ciudadanía tiene en el INE.
“Cuando el INE recibió algunos de los ataques más virulentos y alguien amenazó a algunos consejeros con ir a nuestras casas, en esos momentos, las encuestas daban una credibilidad al INE entre 60 y 68%. Nunca en la historia del INE habíamos tenido una credibilidad de esta magnitud”.
Y señaló otra paradoja: que quienes criticaron con mucha intensidad al instituto por haber cancelado el registro como candidato a Félix Salgado Macedonio fueron los mismos que meses antes le aplaudieron el haber negado el registro como partido político a México Libre, la agrupación política vinculada con Margarita Zavala y Felipe Calderón.
Es de llamar la atención que el INE sea tan criticado, agregó, “cuando el INE le ha levantado la mano como ganador a todas las fuerzas del espectro político, cuando hablamos del mismo INE que organizó la elección del 2018” y dio el triunfo a Andrés Manuel López Obrador.
Más adelante, el consejero presidente señaló que en la democracia es necesario atenerse a las reglas aprobadas. Recordó que la ley electoral no la crea ni la creó el INE, sino los legisladores, con la participación de todas las fuerzas políticas y que la labor del instituto es hacer observar dicha ley de manera correcta e imparcial.
Señaló que el andamiaje legal electoral mexicano es sumamente abigarrado, complejo y lleno de candados, y que eso se explica precisamente por nuestra historia política, llena de fraudes electorales. El sistema electoral mexicano está “basado en la desconfianza”, explicó.
Y recordó que aunque muchas reglas no agraden a ciertos actores cuando les afectan, el INE las hará cumplir, ya que no se encuentra ni a favor ni en contra de ninguna fuerza política.
Quizá, añadió, si las fuerzas políticas determinan en algún momento que las actuales reglas no les agradan, pueden cambiarlas, pero para eso se requiere un nuevo pacto, tal como se han hecho diversos acuerdos en el pasado.
Si ello sucede, si las reglas cambian, el INE seguirá ahí para hacerlas cumplir.