Durante su gira por el norte del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que a la región integrada por Sinaloa, Durango y Chihuahua se le llame “Triángulo Dorado” y prometió informar sobre el culiacanazo en 15 días, pese a que la información al respecto fue reservada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En su discurso en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, el mandatario manifestó lo que llamó su “molestia” porque a la convergencia de los tres estados mencionados se les conozca como “triángulo dorado”, y hasta propuso otras denominaciones muy a su estilo.
“No me gusta, me molesta que le llamen el ‘Triángulo Dorado’, y ojalá entre todos busquemos la forma de llamarle ‘el triángulo de la gente buena y la gente trabajadora’ o ‘la región de la buena vecindad’, o algo así. Pero ya hay que cambiar eso porque aquí hay mucha bondad, mucha gente buena, trabajadora, lo que aquí se ha dicho, y no hay que estigmatizar ninguna zona”, afirmó López Obrador.
Debe recordarse que a lo que se le ha llamado “triángulo dorado” es una zona que integra partes de las tres entidades mencionadas en la que ha habido sembradíos de mariguana y amapola, los que históricamente han sido controlados por el Cártel de Sinaloa. Tal denominación se le atribuye a las autoridades antinarcóticos de Estados Unidos.
Tras la fuga de prisión de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, en julio de 2015, las autoridades advirtieron que acudió a esconderse en esa zona, de donde también son originarios diversos narcotraficantes del Cártel de Sinaloa, que es la banda dominante en el lugar.
Al respecto, no está de más mencionar que en marzo de 2020 López Obrador saludó a la madre de Guzmán Loera, y unos cuantos meses después, en octubre de 2020, en su conferencia de prensa López Obrador ofreció una disculpa por haberlo llamado “Chapo”.
Pero si algo cimbró al Estado mexicano fue cuando en octubre de 2019 fuerzas policiacas detuvieron al hijo del Chapo, Ovidio Guzmán López, y tuvieron que liberarlo porque el Cártel de Sinaloa tomó Culiacán e impuso sus condiciones.
Sobre ese hecho, en un principio se dijo que la decisión de dejar libre a Guzmán López fue del gabinete de seguridad, la que después fue respaldada por el presidente, como él mismo lo afirmó. Sin embargo y de forma contradictoria, posteriormente dijo que esa determinación había sido suya.
Al respecto, este viernes en su conferencia de prensa, realizada en Culiacán, López Obrador se comprometió a informar de lo ocurrido en octubre de 2019, “en una semana o en 15 días lo informamos bien (…) para no hacerlo así, atropelladamente”.
Independientemente de que en varias ocasiones anteriores López Obrador ha puesto plazos para dar información que posteriormente no ha cumplido, debe recordarse que a una solicitud sobre el culiacanazo hecha por Milenio a la Sedena en diciembre de 2019, esta dependencia respondió que reservó los partes informativos por cinco años.
Lo que alegó esa secretaría es lo siguiente: “Al difundirse la información solicitada, integrantes de la delincuencia organizada que operan en todo el país estarían en condiciones de estimar nuestros efectivos y capacidades para tratar de emular los actos suscitados en Culiacán, en las distintas entidades del país en las que tienen presencia, con la finalidad de obligar al Ejército mexicano a emplear y desgastar a los efectivos militares, provocando el descuido de las áreas prioritarias del país y el cumplimiento de las misiones generales del Ejército”.