Vidulfo Rosales, representante de los padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, condenó la forma en que el presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó sus protestas y acusó que ningún gobierno puede prohibirlas porque se violaría la libertad de expresión. Hubo más actos violentos en el Campo Militar número 1.
Durante su conferencia de prensa de este viernes y después de las protestas de grupos inconformes por la falta de justicia en el caso de los estudiantes de Ayozinapa frente a la sede de la Fiscalía General de la República, que dejó 11 policías lesionados, López Obrador se refirió a estos hechos, los que consideró una “provocación”.
“Lo que queremos es que haya información a todo el pueblo y a los familiares, y a los jóvenes de las normales, para que no haya manipulación y que no se caiga en provocaciones. Porque lo de ayer es un acto de provocación; eso de tirar piedras o bombas, eso es provocación. Eso no tiene nada que ver con un movimiento de transformación, un movimiento revolucionario, un movimiento por la justicia; no, ese es un acto de provocación. Entonces, para no dar motivo a la provocación de quienes buscan enrarecer el ambiente para que no haya justicia, porque hay intereses creados, por eso vamos a informar”.
Posteriormente, sobre la movilización que padres y otros grupos habían anunciado para este viernes, López Obrador dijo: “Porque hoy en la mañana me informaron de que se están preparando con bombas molotov y con piedras. ¿Qué es eso?”.
A ese tipo de declaraciones se refirió, quien comentó que quienes se han manifestado contra la injusticia del caso han recurrido a diversas formas de protesta, una de las cuales es “fuerte”, y a la cual no renunciarán porque es “válida y corresponde a las autoridades contenerla en el marco de la legalidad sin recurrir a la desaparición ni causar lesiones y tampoco excederse en lesiones en la fuerza”.
Y reconvino al presidente, a quien le recordó su pasado, ya que “ningún gobierno va a decirle al pueblo la forma como debe protestar. Si ellos cuando eran activistas realizaron protestas, le apostaron a la resistencia civil pacífica y se respeta”.
Esas declaraciones las realizó Rosales en el marco de la protesta realizada en las afueras del Campo Militar número 1, en el que, tras el acto pacífico con los padres de los normalistas desaparecidos, un grupo de jóvenes buscaron ingresar en esas instalaciones, para lo cual quitaron rejas y lanzaron piedras, petardos y bombas molotov contra las instalaciones.
En los trabajos de contención participaron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional. Resultaron lesionados 39 de ellos.
Para intentar dispersar a los manifestantes más agresivos, las autoridades utilizaron un tanque de agua, con el cual también alcanzaron a reporteros que se encontraban en la cobertura de la protesta aunque algunos transmitían en vivo y varios gritaban “¡somos prensa!”.
Esto ocurre en vísperas del octavo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, de donde fueron trasladados a otros lugares. Hace algunas semanas, el subsecretario Alejandro Encinas indicó que no hay evidencias de que se encuentren con vida.