En el contexto de ataques contra diversos medios de comunicación enviados desde el poder público, un grupo de 650 periodistas, científicos, intelectuales y literatos hicieron público un llamado en defensa de la libertad de expresión, la que, consideran, está “bajo asedio” y señalan que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende socavarla.
En las últimas semanas, desde la conferencia de prensa presidencial, el titular del Ejecutivo ha dado a conocer la publicidad que antes se otorgaba a publicaciones como Nexos (a la que, además, sancionó la Secretaría de la Función Pública) y Letras Libres, además de llamar “pasquín inmundo” a Reforma e informar de un crédito por 100 millones de dólares que se le otorgó a El Financiero.
Ante la intensificación de esas declaraciones y acciones contra los medios (que han sido comunes en las conferencias de López Obrador), aparece el manifiesto que se opone a ellas.
Los firmantes consideran que el presidente “utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus adversarios. Al hacerlo agravia a la sociedad, degrada el lenguaje público y rebaja la tribuna presidencial de la que debería emanar un discurso tolerante”.
Pero el presidente no está solo con sus juicios y falsedades, se considera en el desplegado: “Sus palabras son órdenes: tras ellas han llegado la censura, las sanciones administrativas y los amagos judiciales a los medios y publicaciones independientes que han criticado a su gobierno. Y la advertencia de que la opción para los críticos es callarse o dejar el país”.
Por supuesto, esto último es una muy clara referencia a la actitud del director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II (quien fue propuesto para el cargo por López Obrador), a Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze (dos de los firmantes del documento) cuando les aconsejó “fraternalmente” que “más les vale que se queden en su esquinita o que vayan cambiando de país muy pronto”.
En el documento también se recuerda que López Obrador ha despreciado la lucha de las feministas y de las víctimas de la violencia, ha ignorado reclamos ambientalistas, ha lesionado a los organismos autónomos, “ha tratado de humillar al poder judicial, ha golpeado a las instituciones culturales, científicas y académicas, y ahora pretende socavar a la libertad de expresión”.
Finalmente, los firmantes también recordaron los peligros que entrañan las expresiones del mandatario, ya que “no se estigmatiza a personas físicas o morales desde el poder presidencial sin ponerlas en riesgo. No se alimenta el rencor desde esa tribuna, sin que el odio llegue al río alguna vez”.
Por lo anterior, los firmantes consideran que la libertad de expresión se encuentra bajo asedio en México y, por lo tanto, la democracia está amenazada.
El desplegado fue firmado por miembros de El Colegio Nacional como Christopher Domínguez Michael, Vicente Quirarte, Antonio Lazcano Araujo, Guillermo Soberón, Adolfo Martínez Palomo, José Antonio de la Peña, Julio Frenk, Eduardo Matos y Mario Lavista.
Entre los periodistas signaron Alejandra Escobar, Ana Francisca Vega, Beatriz Pagés, Ivonne Melgar, Francisco Ortiz Pinchetti, Héctor de Mauleón, Marco Levario, Mayte Noriega, Sara Lovera y Teresa Vale, entre otros.
Entre los literatos destacan Adolfo Castañón, Alberto Ruy Sánchez, David Huerta, Eduardo Lizalde, Enrique Serna, Homero Aridjis, Javier Sicilia, Gabriel Zaid, Mónica Lavín, Rafael Pérez Gay, Silvia Lemus y Valeria Luiselli.
También se encuentran historiadores como Enrique Florescano y Jean Meyer; gente de cine como Arturo Ripstein y Diana Bracho; analistas como Carlos Bravo Regidor, Carlos Elizondo Mayer-Serra, Denise Dresser, Edna Jaime, Jorge G. Castañeda, José Antonio Crespo, Federico Reyes Heroles, Fernando Escalante y María Amparo Casar, así como exfuncionarios como Consuelo Sáizar y Eduardo Sojo, entre muchos otros.