En sustitución de su hijo, Miguel Ángel Yunes Linares hizo su entrada triunfal en el Senado de la República aclamado por Morena y aliados, que evadieron recordar las graves acusaciones que su líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador, profirió contra aquél: un hombre de “malas entrañas”, un corrupto enriquecido merced al servicio público, un “ladrón” que practica el nepotismo, participante en el “fraude electoral” de 2006, entre otras.
Este martes, día clave para dar trámite a la reforma judicial, el senador propietario, Miguel Ángel Núñez Márquez pidió licencia por razones de salud, y asumió el cargo su suplente: Miguel Ángel Yunes Linares, su padre, un viejo político priista y después convertido al panismo, desde donde había sostenido agrios intercambios con López Obrador.
Al ingresar en el Senado, Yunes Linares, quien en la campaña electoral de 2024 ofreció conferencias tituladas “El Plan C de Morena: un camino a la dictadura”, fue acompañado y aplaudido por las bancadas oficialistas; después ofreció una conferencia de prensa acompañado por los morenistas Félix Salgado Macedonio y Óscar Cantón Zetina.
Sin embargo, para aceptarlo, el oficialismo recurrió al olvido: durante años López Obrador lanzó muchas y graves acusaciones contra Yunes Linares, de las que damos cuenta.
Los ataques del tabasqueño contra Yunes Linares comenzaron, cuando menos, desde el 12 de abril de 2016: afirmó sobre el entonces candidato a gobernador por el PAN que “mi instinto me dice que Salinas se quiere venir a apoderar de todo Veracruz a través de Yunes Linares”.
El 11 de marzo de 2017 el macuspano dijo que Yunes era lo mismo que Javier Duarte, y que mucha gente no sabía quién era, ni tampoco que tenía un hijo alcalde de Boca del Río (Miguel Ángel Yunes Márquez) y uno más senador (Fernando), quien sería candidato a la presidencia municipal de Veracruz.
Entonces añadió: “La casa de Yunes en Boca del Río no la tiene ni Obama; tampoco saben que tiene departamentos en Nueva York o que era subsecretario de Gobernación cuando se fugó el Chapo del penal de Puente Grande”. Y dijo que de todo ello los medios no informaban.
Cinco días después, ante la negativa de Morena a aumentar el endeudamiento de Veracruz, como lo había solicitado Yunes al Congreso estatal, el macuspano dijo que en su partido “no somos alcahuetes de corruptos” y que el gobernador tenía denuncias ante la Procuraduría General de la República por lavado de dinero, peculado y corrupción.
El 27 de abril, tras la publicación de los videos en los que se ve a la morenista Eva Cadena recibiendo dinero y en los que se escuchaba que era para el tabasqueño, dijo que esas imágenes fueron entregadas por Yunes Linares al presidente Enrique Peña Nieto, quien ordenó a su secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, entregarlos a El Universal, pero que los enfrentaría “con la verdad”.
El 29 de abril de 2017 López Obrador envió al entonces presidente, Enrique Peña Nieto, un documento de 146 cuartillas al que llamó “carpeta azul”, en el que le culpaba de esa difusión y también denunciaba que habían sido grabados por Yunes Linares.
En esa “carpeta azul” que le hicieron llegar, López Obrador publicó una lista de las propiedades de Yunes Linares tanto en el país como en el extranjero, así como denuncias por enriquecimiento ilícito y uso de recursos de procedencia ilícita presentadas ante la Procuraduría “en contra de este siniestro personaje, sin que se les haya dado curso, debido a las complicidades y componendas que ustedes mantienen”.
Acerca de un debate al que lo desafió Yunes Linares, el tabasqueño lo rehuyó al siguiente tenor: “¡Zafo! Miren: yo vengo aquí a Zongolica, y con seguridad traigo mi cartera; me pongo a debatir con Yunes, puedo perder la cartera: es un ladrón”. Entonces dijo que ese político era igual de perverso que Javier Duarte, y para mejor condenarlo, mencionó episodios de su trayectoria: secretario de Gobierno de Veracruz con Patricio Chirinos en tiepos de Salinas, cuando mandó golpear campesinos, obreros y maestros; subsecretario de Gobernación con Vicente Fox, cuando se fugó el Chapo; contribuyó en el “fraude electoral de 2006” al lado de Elba Esther Gordillo y premiado con el ISSSTE, y también su paso al PAN. Y destacó que se hizo inmensamente rico.
El 25 de mayo, López Obrador enfocó sus baterías contra el político panista: acusó que este había mandado grabar los videos en los que se aprecia que Eva Cadena recolectaba recursos para el tabasqueño. También señaló que Yunes se hizo “inmensamente rico” al amparo del poder público, y denunció su nepotismo “a la alta, descarado”: no sólo tenía a su hijo Miguel Ángel como alcalde en Boca del Río, sino que impulsaba a otro de sus vátagos, Fernando, para la de Veracruz.
El 27 de mayo de 2017, el líder morenista dijo de Yunes Linares que existían denuncias contra este por desfalcos cuando fue director general del ISSSTE, pero que no se les daba curso “porque hay un acuerdo con Peña Nieto, con Osorio Chong”. Y lo remató al afirmar que su hijo, Fernando Yunes, no ganaría la alcaldía de Veracruz.
El 20 de diciembre de 2017, en gira por Veracruz, el tabasqueño dijo que el entonces panista es peor que el priista Javier Duarte: “Yunes era más perverso que Duarte: Yunes, además de corrupto, es de malas entrañas. Por eso Veracruz está hecho un desastre; ahora hay más violencia que cuando estaba Duarte”. Añadió que, por querer dejarle al gubernatura a su hijo, “es un dictadorzuelo”.
En esa ocasión pidió a la prensa que fuera sometida por el gobernador veracruzano porque debe haber una prensa libre e independiente, e incluso convocó a los reporteros a protestar por los asesinatos de sus colegas (lo que ahora ya no hace el tabasqueño, por supuesto).
El 12 de enero de 2018 López Obrador acusó el nepotismo de Yunes Linares: “Últimamente, ya se desató lo del nepotismo, y el caso más grave es el de Veracruz: Yunes gobernador, un hijo presidente municipal de Veracruz, y el otro hijo ahora candidato a gobernador de Veracruz”.
Sobre ese asunto, dijo que nunca en la historia del país se había dado un caso como el que estaba sucediendo en Veracruz, lo que no se dejaba ver tanto por el control que ejercía sobre los medios de comunicación.
En esa misma ocasión, rehuyendo el debate al que le había retado Yunes Linares, el tabasqueño insistió en que era hasta peor que Javier Duarte: “Puedo repetir lo que ya dije en una ocasión: que, aunque les parezca increíble, es más perverso Yunes que Duarte, y no es que le esté devolviendo el favor; es que pregunten, indaguen sobre Yunes, y sí es de ¡ay nanita”. Y añadió entonces que la amnistía que proponía no sería para corruptos como el político veracruzano, expriista y luego panista (hoy se ha dicho que en el acuerdo entre los Yunes y el grupo en el poder incluye el retiro de órdenes de aprehensión contra ellos).
Lo extraño es que, ya en el poder, el macuspano ha evadido el tema de Yunes Linares. En sus conferencias de prensa ha sido preguntado varias veces sobre las acusaciones que antes había proferido contra el político panista, y lo que ha respondido invariablemente es que se trata de un asunto que está en manos de la Fiscalía, que es independiente y autónoma, y que es la que tiene que informar, además de que él no persigue adversarios y que no quiere opinar al respecto.
Incluso, el 25 de agosto de 2021, López Obrador dijo al respecto: “Yo ya no me quiero meter en eso, ya es mucho argüende”.
En sus conferencias de prensa el tabasqueño no utilizó contra Yunes Linares ni a las fiscalías ni a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ni mucho menos mostró sus cuentas privadas.
Sin embargo, este jueves Yunes Linares, ese “corrupto” que es “inmensamente rico” al amparo del poder público, “dictadorzuelo” que ha practicado el nepotismo, hombre de “malas entrañas”, más “perverso” que Javier Duarte, a su entrada en el Pleno del Senado fue ovacionado y escoltado a su entrada por Morena y sus aliados. Su primer discurso fue contra el dirigente panista, Marko Cortés.
Pese a las acusaciones que contra el vertió López Obrador con intensidad antes de llegar a la Presidencia de la República, ahora Yunes Linares y su hijo están por hacer realidad el regalo que el oficialismo prometió al macuspano: entregarle el Poder Judicial de la Federación.