El senador panista Ricardo Anaya pidió al gobierno mexicano que deje la ingenuidad, las tonterías y las ocurrencias frente a Donald Trump, que enfrente con seriedad la crisis bilateral más grave en un siglo y deje de minimizarla.
Este miércoles el legislador blanquiazul dio su opinión sobre la política que ha seguido hasta ahora el gobierno mexicano frente a las medidas que ha empezado a tomar el flamante presidente estadounidense, y también frente a las que ha anunciado. Criticó que esa situación, que va desde minimizar los problemas hasta morder los anzuelos emitidos por Trump, para tratar la que denominó “es la crisis bilateral más importante probablemente del último siglo”.
Anaya destacó dos asuntos: los aranceles con los que ha amagado Trump y las deportaciones, que se han comenzado a hacer realidad. Sobre el primero, comentó que es una ingenuidad afirmar que si los vecinos del norte ponen aranceles, “nosotros se los ponemos de regreso”.
Calificó eso como “tontería”, y aportó cifras: “Estados Unidos a nosotros sólo nos exporta el 16 por ciento de lo que vende fuera de su país; nosotros a ellos, más del 80 por ciento. Pero allí no queda la desproporción: para la economía mexicana la exportación es un tercio de nuestro producto interno bruto, de nuestra economía; para ellos es el 7 por ciento”. Así, devolverles aranceles “matemáticamente nos hace 23 veces más daño a nosotros que a ellos”.
Acerca de las deportaciones, también dijo que es una tontería decir que hubo más con los gobiernos demócratas debido a que se trata de casos diferentes: “No es lo mismo deportar a una persona, incluso tres veces, que acaba de cruzar la frontera, que hacer una redada en Chicago, encontrar a la mitad de la familia en la casas y mandar a la mitad de la familia a México. Eso causaría una crisis humanitaria de separación de familias con un dolor absolutamente indescriptible”.
El político panista convocó al gobierno a dejar de actuar con ocurrencias, como la de responder al “Golfo de América” con el recordatorio de que Estados Unidos se llamaba “América Mexicana”.
Comentó que ese no es el camino, sino tener visión de Estado, por lo que propuso plantear tres puntos al gobierno estadounidense: un programa de visas y permisos de trabajo, lo que conviene a México “para que nuestros connacionales puedan ir de manera segura y ordenada a trabajar a Estados Unidos, y le conviene, por supuesto, a la economía de Estados Unidos, que necesita de las y los mexicanos para seguir prosperando”.
El segundo punto es establecer un tratado en materia de seguridad, en el que se acuerden “las condiciones en las que, de manera conjunta, de manera coordinada y acordada, vamos a combatir al crimen organizado”. Pero advirtió que ello implica que el gobierno mexicano abandone su política de “abrazos, no balazos” y deje de tolerar que el crimen organizado controle partes del país.
Al respecto, dejó muy claro que en su partido se oponen a “cualquier intervención unilateral” y se pronunció para que ambos Estados resuelvan un problema conjunto.
Por último, Anaya mencionó que debe ser creado un fondo para que los estados y los municipios puedan encarar las deportaciones que se realizarán en los próximos días.
“No basta con darle 100 dólares a un migrante en una tarjeta; eso un migrante lo ganó un día anterior en un día de trabajo. No, necesitamos un fondo de otra magnitud para verdaderamente hacer frente de manera coordinada, federación, estados y municipios”, remarcó Anaya.
