El párroco Javier García Villafaña fue ultimado a balazos en la carretera Huitzeo-Huandacareo, en Michoacán. Con este crimen ya son ocho los sacerdotes que han sido asesinados durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El pasado lunes fue hallado García Villafaña en el interior de su automóvil cerca de la localidad de Capacho, en la carretera mencionada. Su cuerpo presentaba varias heridas causadas por arma de fuego.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán informó que el pasado lunes, cerca de las siete de la noche, fue notificada del hallazgo de un vehículo que presentaba impacto de arma de fuego, donde fue localizado un cadáver, el que no identificó.
Fue hasta después que la Parroquia de San Francisco Curungueo que dio a conocer que se trataba de García Villafaña, de quien dijo que había sido interceptado a las seis de la tarde y después asesinado. Lamentó el crimen, al igual que la Arquidiócesis de Morelia.
Apenas hace un mes García Villafaña había sido designado párroco de Capacho.
El pasado domingo se informó que el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz, había sido atacado con arma blanca por un anciano. Gracias a su movimiento para evadirse pudo salir ileso del atentado y el responsable se encuentra detenido por intento de homicidio.
Con el caso de García Villafaña ya se suman ocho crímenes contra religiosos en el país durante el actual gobierno federal. Entre ellos destacan los asesinatos contra los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, cometidos en Chihuahua.