Después del asesinato de Aristóteles Sandoval Díaz, su antecesor en la gubernatura de Jalisco, Enrique Alfaro calificó el crimen no sólo como un homicidio, sino como “un desafío contra el Estado mexicano”.
Este viernes por la madrugada el actual mandatario de Jalisco, Enrique Alfaro, informó en su cuenta de Twitter que Aristóteles Sandoval Díaz, exgobernador de la entidad había sufrido un ataque directo en Puerto Vallarta, por lo que había fallecido.
Además, que había girado instrucciones para que su gabinete de seguridad se apersonara en el lugar para iniciar las investigaciones.
Horas después la Fiscalía de Justicia del Estado de Jalisco, a través de su titular, Gerardo Octavio Solís Gómez, informó que alrededor de la 1:40 de la mañana Sandoval Díaz se levantó de la mesa del restaurante Distrito/5 para ir al baño, lugar donde fue agredido de manera directa y por la espalda con un arma de fuego.
En una entrevista radiofónica el fiscal aseguró que “no fue un acto fortuito o circunstancial” sino que “hubo una sincronización de eventos para encontrar al exgobernador en su momento más vulnerable”.
Solís Gómez también señaló que cuando la policía arribó al lugar la escena del crimen ya había sido manipulada: “El personal del restaurante había levantado ya todos los indicios en el interior. Habían prácticamente limpiado la escena del crimen. Esto va a dificultar un poco las investigaciones, dado que toda la escena ha sido literalmente movida”.
Sandoval Díaz, quien fue gobernador de Jalisco entre 2012 y 2018, contaba con la seguridad que le garantiza la Ley de Protección a Funcionario y Exfuncionarios, por lo que tenía un cuerpo de 15 escoltas, tres vehículos blindados y otros automóviles normales, que se divide entre los integrantes de su familia.
En el momento del crimen contaba con la presencia de dos guardaespaldas, quienes estaban afuera del restaurante en el que fue ultimado Sandoval Díaz porque tenían la orden de no estar cerca del exgobernador. Uno de ellos resultó herido porque fue atacado, junto con su compañero escolta y un acompañante del político, cuando intentaban trasladar al político a un hospital.
En un mensaje en video que difundió en sus redes sociales, Alfaro dijo que el asesinato de Sandoval Díaz no sólo fue un duro golpe para su familia sino para todo el estado. Dijo que el priista no fue solamente su adversario político sino también su amigo “porque siempre supimos diferenciar la naturaleza de nuestra actividad profesional con las cuestiones personales”.
Dijo que el crimen “no sólo es un homicidio: es un desafío contra el Estado mexicano. En un reto enorme que nos obliga a las instituciones a no bajar la guardia, a mandar un mensaje claro de que no nos van a doblar”. Añadió que los jaliscienses enfrentan a delincuentes que pretende sumir al estado en el miedo y la zozobra.
Afirmó que se comunicó con la esposa y el padre de Sandoval Díaz, con quienes se comprometió “ir hasta las últimas consecuencias en la investigación para dar con los responsables de este acto”.
También dijo que estuvo en contacto con la secretaria de Gobernación y el secretario de Seguridad Pública para coordinar esfuerzos en la investigación y en mejorar la vigilancia en Puerto Vallarta.
Comentó que el fiscal de Jalisco se trasladó al lugar de los hechos para iniciar las indagatorias, que ya han registrado avances, de los que se mantendrá informado al pueblo de Jalisco.
Por su parte, durante su habitual conferencia de prensa el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó sus condolencias a familiares y amigos del exgobernador, además de que manifestó que el crimen se investigará para conocer las causas, el móvil y se castigue a los responsables.
También aclaró que el caso corresponde a las autoridades de Jalisco, pero que el gobierno federal está dispuesto a ayudar, lo que ya han estado haciendo la Guardia Nacional y las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional.