Martha Rodríguez Ortiz, directora de tesis de Yasmín Esquivel Mossa, insistió que esta es la autora original de su tesis de licenciatura, la que le fue copiada por Édgar Ulises Báez Gutiérrez. Dijo que ella como profesora la compartió por muchas carencias de la universidad, desde materias hasta libros, y aseveró que ahora “voy a pelear contra mi UNAM”.
En una entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula, Rodríguez Ortiz se refirió a la suspensión que le impuso la UNAM como sanción por “causas graves de responsabilidad” y por “faltas de probidad y honradez en el desempeño de sus labores como académica y directora de tesis profesionales”.
Al respecto, dijo que el año pasado la institución educativa le dio el premio Sor Juana Inés de manos del propio rector, pero ahora, “sin embargo, ya me suspendieron y voy, obviamente, a pelear ahora contra mi UNAM, porque no es en realidad la UNAM lo que es mala: lo que son malos son los directivos (sic)”.
Insistió en su presunta prueba de descargo, la que esgrimen ella y Esquivel Mossa desde los últimos días de diciembre: que Báez Gutiérrez le entregó un documento, “de su puño y letra”, en el que supuestamente reconoce que copió partes de la tesis. Y prometió a López-Dóriga enviarle una copia de dicha misiva.
Afirmó que Báez Gutiérrez leyó antes la tesis de Esquivel Mossa, y que a su casa llegó una carta manuscrita de él “en donde dice que él copió. La tiene un notario y todo porque la UNAM ahora me está acusando de que yo hice, de que yo aquello, cuando yo tengo cuarenta y tantos años de dar clases, cuando tengo el premio de Sor Juana Inés que da la UNAM, el año pasado, a la mejor trabajadora o a la mejor maestra de cualquier escuela de la universidad. Y ahora me están atacando, cuando yo tengo 43 años dando clase, tengo más de 500 tesis aprobadas”.
Por supuesto, no hizo referencia a la declaración de Báez Gutiérrez para desmentir esa supuesta misiva, ni tampoco al deslinde que hizo el notario Amando Mastachi Aguario, quien no avaló el contenido del supuesto documento.
“Quiero aclarar que la tesis sí es originaria de la ministra, ahora actual ministra Yasmín”, dijo la hoy exprofesora de la UNAM.
Uno de los puntos que señaló la UNAM para suspender a Rodríguez Ortiz fue su “confesión expresa” de haber compartido el proyecto de tesis de un alumno a otro”.
Al respecto, Rodríguez Ortiz añadió que ella difundió el proyecto de tesis de la hoy ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) entre sus alumnos por carencias de la UNAM, como la falta de materias de metodología y técnicas de investigación, de biblioteca y de libros, y hasta por el temor de los jóvenes.
La exprofesora recordó la época en que recibió el proyecto de Esquivel Mossa “por lo del terremoto, y porque además fue mi alumna en tres materias en la FES Aragón. Le di clases desde el primer semestre”. Hizo una vívida descripción de Esquivel Mossa: “Una joven, además, con esos ojos verdes, una joven hermosa porque en México no es muy común los ojos verdes, y muy entusiasta y muy participativa y muy inteligente”.
Entonces, relató que en 1985 Esquivel Mossa le presentó parte de su tesis y su proyecto, y arguyó la falta de materias para que los alumnos pudieran preparar su tesis: “La única forma de titulación era la tesis, cosa que ni los alumnos sabían qué era una tesis: no había cursos de metodología, no sabían cómo citar una fuente. Entonces, obviamente yo les enseñaba tesis para que vieran ellos, o sea, se animaran ellos a hacer, a trabajar la tesis, pero nunca me imaginé que la iban a plagiar”.
“Quiero que la gente entienda que hace 35 años la que ahora es ministra pues era una alumna, y el que ahora, no sé, licenciado Ulises o Édgar (no me acuerdo cómo se llama), pues eran unos niños, jovencitos, y obviamente nos pedían apoyo, porque antes eso no existía en la UNAM”, dijo.
Contó no que fue que compartiera la tesis, pero que era un método que no estaba prohibido, sino que era “para que los alumnos se dieran cuenta de cómo se puede hacer una tesis. Insisto: no había metodología, no había técnicas, no había realmente ni siquiera lo que ahora se puede hacer: comparar una tesis con otra. En ese momento, los alumnos, al ver otra tesis u otro proyecto de otro alumno, se animaban, les gustaba. Estábamos en su seguimiento, y la verdad yo no me acuerdo, en el sentido estricto de la palabra, hace 35 años”.
Siguió con las presuntas carencias de la UNAM como materias o falta de material bibliográfico para buscar justificar su conducta: “Para titularse costaba mucho trabajo, y francamente no había, sobre todo en la FES Aragón (empezaba en 1976, cuando se inauguró la FES Aragón), todavía no había biblioteca, no había libros. Cuando se inauguró la biblioteca, había libros pero eran muy pocos. Entonces yo, por lo menos, quería que los chicos supieran lo que es una tesis, cómo trabajarla, cómo hacerla tanto en la FES como en la Facultad. Pero nunca hubo una intención, ni de parte mía, bueno, y no sé si de parte de Édgar, de copiar la tesis”.
Para explicar la tardanza de Esquivel Mossa para presentar su tesis, Rodríguez Ortiz dijo que fue porque la ahora ministra no había realizado su servicio social, además de los trámites administrativos que tuvo que realizar.
