Supuestamente “por dignidad” y porque “trataron de dañarnos”, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un paso más en su enojo contra la Auditoría Superior de la Federación y anunció que envió una carta a la Cámara de Diputados para que investigue el proceder de la dependencia por haber informado que la cancelación del Aeropuerto de Texcoco costó más de 331 mil millones de pesos.
No creo que haya habido errores, “más bien creo que se trata de una actitud politiquera, de que buscaron dañarnos para complacer a nuestros opositores”.
“No vamos a dejar pasar este asunto porque está de por medio la dignidad, voy a enviar una carta a la presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri, para que se inicie una investigación, todo esto de manera respetuosa, porque la ASF depende de la Cámara de Diputados”.
En su conferencia de este jueves, el presidente dejó en claro que, a pesar de la pública retractación del titular de la ASF, David Colmenares, que dijo que hubo una “deficiencia metodológica”, no quedará satisfecho hasta que se encuentre al responsable de “falsear” datos.
“Se da conocer este informe, en especial este documento del aeropuerto y vean cómo lo manejó la prensa vendida o alquilada, los medios de información que están en contra nuestra, porque antes se beneficiaban cuando el antiguo régimen. vean el escándalo que hicieron, hasta intelectuales orgánicos”, se quejó.
AMLO dejó en claro que la retractación de David Colmenares, que en ningún momento defendió su trabajo técnico, no le ha sido suficiente. Por eso, en la conferencia de prensa exhibió en la pantalla gigante la carta que dirigió a la presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri, solicitando una investigación sobre lo ocurrido.
Cabe señalar que dentro de la Cámara de Diputados, el partido en el poder, Morena, es mayoría.
El miércoles, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, informó con Carmen Aristegui que recibió una llamada de un funcionario de la ASF asegurándole que “no hubo mala fe”, sino que se trató de un error cometido por un auditor de poca experiencia que no fue supervisado.
La víspera, en un video lanzado en sus redes, Herrera había dicho que sí, que los errores eran tan básicos que eran inverosímiles y por eso se podía pensar en mala fe. Además, ironizó sobre la explicación de la ASF, pues dijo que “error metodológico” era un eufemismo para cubrir que se equivocaron en los cálculos. Y añadió que era extraño que una institución tan profesional como la ASF incurriera en semejantes fallas, que fueron muy elementales.
Desde que se reveló que la ASF había determinado que el costo de la cancelación de Texcoco había triplicado lo que el gobierno dijo, AMLO acusó un manejo político de la información para darle armas a sus adversarios. Este jueves refrendó su postura, aunque aclaró que “no es un asunto personal contra alguien”.
El afán de llegar a “la verdad” en este asunto que tanto le importa, contrasta con la actitud del presidente en otros temas, como por ejemplo el patrimonio no declarado del director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett.
Para AMLO, la cancelación del Aeropuerto de Texcoco es el máximo emblema de su defendido combate a la corrupción y austeridad. Junto con la fallida venta del avión presidencial y los programas asistenciales, es, para él, el símbolo más poderoso de la derrota del “periodo neoliberal”.
La carta que envió a Dulce María Sauri Riancho, con fecha de este 25 de febrero, dice:
“La ASF, que depende de la Cámara de Diputados elaboró un informe tendencioso y falso sobre el procedimiento y el manejo de recursos del gobierno que presido. Entre otras cosas, tal instancia difundió en los medios de información que el costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco ascendía a 331, 991 millones de pesos, cuando en realidad la cifra fue de 110 mil millones de pesos, es decir una tercera parte menos del costo de lo publicado”.
Agrega que “se tendrá un ahorro de 225 mil millones de pesos, lo cual demuestra que la decisión que se tomó fue correcta y en completo beneficio de la Hacienda Pública”.
“Aun cuando los responsables de la ASF se ha retractado ante tremendo absurdo, considero que una actitud de este tipo no solo obedece a una deficiencia técnica, sino también a una actitud política, pues fueron utilizadas por la oposición conservadora, para dañar la imagen de rectitud de honestidad de nuestro gobierno”.
Y solicita a la presidenta de la Cámara de Diputados “que se emprendan las acciones necesarias para impulsar una investigación que permita el esclarecimiento a fondo de las equívocas afirmaciones de la ASF”.