El gobierno de Canadá decidió sumarse como tercero a la demanda de Estados Unidos en el panel de solución de controversias en el marco del T-MEC debido a la prohibición de México a la utilización del maíz transgénico en la elaboración de tortillas y masa.
Este viernes Mary NG y Lawrence MacAulay, ministros de Promoción de Exportaciones, Comercio Internacional y Desarrollo Económico, y de Agricultura y Agroalimentación, respectivamente, anunciaron que su país comparte con Estados Unidos la preocupación en el sentido de que México podría estar incumpliendo con las obligaciones científicas y de análisis de riesgo establecidas en el capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias del T-MEC.
En un comunicado, las autoridades canadienses fueron contundentes: “Canadá considera que las medidas adoptadas por México no están fundamentadas científicamente y que corren el riesgo de perturbar innecesariamente el comercio en el mercado norteamericano”.
Manifestaron su interés en “garantizar la interpretación correcta de las obligaciones sanitarias y fitosanitarias del TMEC, es decir, que las medidas MSF se basen en principios, normas, directrices o recomendaciones científicas internacionales pertinentes, o en evaluaciones de riesgos apropiadas”.
En su preocupación también está garantizar “la estabilidad y la resiliencia de los agricultores canadienses y del sector agrícola en los próximos años”, según expresaron en el comunicado.
Lo anterior ocurre después de que, después de meses de consultas, Estados Unidos decidió solicitar un panel de controversias sobre el maíz genéticamente modificado debido a que considera que considera que las autoridades mexicanas no tienen bases científicas para su prohibición, el que se encargará de resolver la disputa en 2024. Ahora Canadá se suma a ese país.
En febrero pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto en el que se prohíbe la utilización de maíz genéticamente modificado en tortillas y masa, además de que se iría sustituyendo en los productos para uso humano y para la alimentación animal.
Sin embargo, pese al decreto, apenas el pasado 18 de agosto López Obrador se refirió a la solicitud de panel sobre el tema hecha por Estados Unidos, de lo que dijo que estaba bien que impugnara el decreto porque “nos va permitir presentar propuestas en el panel. Nuestra propuesta será formar un grupo de investigadores para conocer a ciencia cierta si se trata de maíz transgénico, y si causa o no daño a la salud”.
Si ello es así, cuando emitió su decreto López Obrador no sabía “a ciencia cierta” los presuntos daños del maíz genéticamente modificado.
Pero dijo que acatará la resolución del panel, con la que “vamos a estar de acuerdo, una vez resueltos los problemas y se desarrolle todo”.