Ayer tres integrantes de la Asamblea de Ciudad de México, ex delegados los tres: de Coyoacán, Mauricio Toledo; de Álvaro Obregón, Leonel Luna, y de Benito Juárez, Jorge Romero, publicaron un desplegado bastante inusual.
Arrancan por decirse difamados por quienes aseguran que tienen secuestrados los recursos del Fondo Único para la Reconstrucción, que es de más de 8 mil millones de pesos.
La historia es simple.
Después del sismo se autorizó la Comisión de Reconstrucción y se autorizó la formación de un fondo único que dicha comisión ejercería y se invitó a integrarla a personajes de la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales, así como expertos en estos asuntos y se pusieron claras reglas de transparencia. Mancera la instaló y celebró.
Cuando el 31 de diciembre del año pasado la Asamblea autorizó el presupuesto, autorizó el dinero, pero puso un parrafito en que decía que Luna, Toledo y Romero, a nombre de la Asamblea, eran los encargados de “autorizar, supervisar, vigilar y proponer” el ejercicio del fondo.
Morena se quejó y, acusando que eso facilitaba el uso de esos recursos para quien fuera candidato del Frente a la ciudad, sin expertos y con la transparencia a la que nos tienen acostumbrados los personajes nombrados, fue a la Suprema Corte de Justicia a meter una acción de inconstitucionalidad frente a la Corte, que fue admitida, con base en la presunta contradicción entre ambas leyes.
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