Carso Infraestructura y Construcción (CICSA), responsable de la construcción del tramo Olivos-Tezonco de la Línea 12 del Metro que colapsó en mayo pasado, subcontrató a la empresa J.J. Jiménez SA de CV para la colocación de pernos Nelson que unían las losas de concreto con las vigas metálicas en el trayecto elevado de la llamada línea dorada.
De acuerdo con información que CICSA envió al Ministerio Público a cargo de la investigación sobre el desplome del pasado 3 de mayo, confirmó que si bien aceptó su responsabilidad en la adquisición de los pernos, se contrató a la mencionada empresa para su instalación; adujo que en el contrato respectivo, la firma dijo contar con más de 20 años de experiencia en ese tipo de trabajos, reporta Milenio.
Según la documentación entregada, en noviembre de 2010 la empresa contratada por Carso para la colocación de los pernos, manifestó que se hicieron diversas pruebas para supervisar que los trabajos de instalación de estos instrumentos y de soldadura, se hicieron conforme a los estándares acordados. El funcionario de Proyecto Metro que dio fe de lo anterior fue Ricardo Moscoso Morán.
Tanto el peritaje de la empresa noruega DNV como la investigación de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México coincidieron en que el colapso del tramo Olivos-Tezonco de la Línea 12, que causó la muerte de 26 personas y lesiones a más de 100, tuvo su origen en la colocación inadecuada de los pernos Nelson que provocó un pandeo de las estructuras y su posterior derrumbe.
Por otra parte, información revelada por el columnista Salvador García Soto en el periódico El Universal, indica que Carso fue notificada desde enero de 2011 sobre la falta de colocación de algunos pernos en los huecos de las tabletas prefabricadas instaladas en las uniones de las losas y vigas del tramo derrumbado.
El periodista refiere que con base en una minuta de tiempo elaborada por la empresa supervisora Ingeniería, Asesoría y Consultoría SA de CV (IAC), en la fecha ya referida se menciona la detección varios pernos faltantes en el tramo Olivos-Tezonco, por lo que recomendó su instalación inmediata y correcta antes de que se llevaran a cabo los trabajos de colado en las losas de compresión.
La minuta cuenta con sellos oficiales del Gobierno de la Ciudad de México, el folio 000293 y se menciona como responsable de la obra al ingeniero Francisco Luna y como supervisora de IAC a la ingeniera Eréndira Rosendez. En la parte inferior de dicha minuta, se adicionó un párrafo donde se asienta que se realizó la colocación de pernos y da fe de ello el arquitecto Uriel Pacheco, por parte del consorcio Proyecto Metro.
García Soto expone en su columna que aun cuando Carso tenía conocimiento directo desde 2011 de la falta de pernos y deficiencias en los trabajos de soldadura, tras conocerse el dictamen de la empresa noruega DNV que determinó que fueron las deficiencias en la construcción la causa del desplome, el consorcio propiedad de Carlos Slim pretendió desmarcarse de los hechos apuntando hacia las empresas subcontratadas para la realización de estos trabajos como J.J. Jiménez SA de CV, de la cual hasta ahora nadie está procesado.
“¿Por qué Carso se deslindó tan fácilmente culpando a sus empresas subcontratistas sin explicar por qué no revisó y atendió las observaciones que le reportaron los supervisores de IAC, contratados por ellos mismos, una de forma verbal y otra por escrito, donde le alertaban de estos faltantes de pernos en el tramo colapsado y los urgían a realizar la colocación?”, plantea el columnista.
Concluye que las respuestas a estas interrogantes muy probablemente se encuentren en el acuerdo reparatorio que Carso suscribió con el Gobierno de la Ciudad de México por el desplome de la Línea 12, en el cual se compromete a reconstruir el segmento colapsado. O más aún, la respuesta solo se encuentre en la conversación privada entre Carlos Slim y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
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