Apenas después de que la Presidencia de la República presentara en el Senado la petición para realizar una consulta popular para juzgar a exmandatarios, Felipe Calderón la descalificó por ser “violatoria de garantías elementales”.
Alrededor de las 11 de la mañana Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia, presentó en la Cámara de Senadores la solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador para efectuar una consulta pública acerca de someter a juicio político a sus antecesores: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
El documento fue recibido por los senadores Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, y Eduardo Ramírez, presidente de la Mesa Directiva. El primero dijo que turnará y enviara la petición a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), “que dispondrá de 20 días naturales para emitir una resolución sobre la constitucionalidad o no de la consulta y de la pregunta. Después de la resolución tendrá 24 horas para notificar a la Cámara de Senadores y que pueda continuar el proceso”.
La pregunta para la consulta popular que se plantea en la petición de López Obrador es la siguiente: “¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a la leyes y procedimientos aplicables investiguen y, en su caso, sancionen la presunta comisión de delitos por parte de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, antes, durante y después de sus perspectivas gestiones?”.
Poco después Felipe Calderón, quien fue presidente entre 2006 y 2012 después de una elección en la que otro de los candidatos fue López Obrador, comentó por medio de su cuenta de Twitter la petición del presidente, a la que llamó “violatoria de garantías individuales”.
Según consideró el expresidente, la solicitud del presidente viola derechos como la presunción de inocencia, el debido proceso, la justicia por tribunal independiente, la investigación exclusiva del Ministerio Público y la protección de la vida, la honra y la dignidad.
Asimismo, Calderón exigió a López Obrador que respete sus derechos y deje de hostigarlo; pero que si cuenta con pruebas contra él, “las presente ante el Fiscal, sin necesidad de consulta. Pero si no tiene pruebas y ni acusaciones específicas, no hay consulta ni votación que valga”.
Al respecto, Calderón dijo que el presidente confunde la República con un circo romano, en el que se pregunta a la multitud sobre la condena o el perdón a los inocentes, lo que significa “un retroceso de miles de años en materia de justicia”.
Consideró que el acto de López Obrador es “un acto corruptor de la Justicia” ya que genera presiones contra fiscales y jueces por la manipulación de la opinión pública y la utilización de recursos públicos, lo que el expresidente llama “clara muestra de persecución política y de abuso de poder”.
Finalmente, en el contexto de las Fiestas Patrias, el michoacano recordó una frase de José María Morelos y Pavón: “Que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario”. Y le pidió “más respeto al ideal de nuestros próceres”.
Por la mañana, en su conferencia de prensa y para justificar su petición de consulta popular, López Obrador lazó diversas acusaciones contra quienes fueron presidentes entre 1988 y 2018. Sobre Calderón mencionó que embarcó a México en una estrategia militar que exacerbó la violencia y multiplicó el poder de bandas delictivas, y recordó el proceso en Estados Unidos contra Genaro García Luna por ser acusado de complicidad con narcotraficantes.
“A la luz de la detención, del enjuiciamiento de García Luna en Estados Unidos, la actitud de Calderón sólo puede explicarse como fruto de una extremada irresponsabilidad o de complicidad activa o pasiva con la delincuencia organizada”.