En un mitin en el Zócalo que reunió a más de 100 mil ciudadanos, Lorenzo Córdova reivindicó la democracia mexicana y se manifestó contra la regresión autoritaria que implican las iniciativas del presidente Andrés Manuel López Obrador
Bajo un sol resplandeciente que dejaba sentir su intensidad, el Zócalo no sólo se llenó, sino que hacia las 11 de la mañana ya también varias calles aledañas lucían repletas, en un acto en defensa de la Constitución, la democracia y sus instituciones.
En el acto, conducido por Fernando Belaunzarán y Amado Avendaño, los asistentes corearon varias consignas, como “Voto libre!”, “Taddei, la ley es la ley!”, “Mónica Soto, hay que defender el voto!”, “Fuera López!”, “Narcopresidente!” y “México, México!”.
Por supuesto, los gobiernos morenistas utilizaron otra vez sus estrategias en este tipo de movilizaciones: bloquearon la señal de internet, retiraron la bandera nacional y amurallaron Palacio Nacional.
El orador del acto fue Córdova, quien recordó y reprobó el intento de desmantelamiento del Instituto Nacional Electoral incluido en los llamados planes A y B de reforma electoral planteados por López Obrador y Morena.
Contra ello, recordó el esfuerzo de construcción democrática en el país, una labor de 40 años para erigir “una escalera democrática” que actualmente, “desde el poder, quien llegó a ese primer piso por libre voluntad de la ciudadanía, pretende destruir esa escalera para que nadie pueda transitarla”.
En ese sentido, con una obvia dedicatoria pero sin mencionarla, el profesor universitario apuntó que “no se puede pedir democracia siendo oposición y destruirla sistemáticamente siendo gobierno”.
Para sostener que actualmente se pretende sostener un proyecto de regresión autoritaria, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas recordó que antes de la transición democrática mexicana lo que existía “eran tiempos de un pensamiento único y de ejercicio autoritario del poder. Había un partido hegemónico y autoritario”.
Sobre esa amenaza de regresión autoritaria, Córdova señaló que no son especulaciones, sino que ya están allí las iniciativas presidenciales para desaparecer a los órganismos autónomos “para que las tareas vuelvan al Ejecutivo, tal y como sucedía hace 30 años, cuando estaba a cargo de una presidencia autoritaria”.
Córdova enfatizó que a las instituciones sí se les toca, pero siempre y cuando sea para mejorarlas, no para destruirlas, y recordó a los partidos que deben someterse a la Constitución y a la ley: “Les decimos sin titubeos: la. Ley sí es la ley”.
En un Zócalo atiborrado de ciudadanos, en el templete acompañaron a Córdova José Woldenberg, expresidente del Instituto Federal Electoral; José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y María del Carmen Alanís, expresidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En el acto también parricipó Ana Lucía Medina, quien leyó un decálogo de varias organizaciones de la sociedad civil contra la intervención ilegal de los gobiernos en el proceso electoral y, en ese sentido, por el voto libre.