Hacia la última parte de este año varios riesgos del país se incrementarán, como la caída de la economía, los problemas de salubridad pública, la conflictividad y polarización social y política, además de un entorno muy complejo para las empresas. Para la recuperación económica, la visión del presidente Andrés Manuel López Obrador es un obstáculo político, advirtió Integralia Consultores.
En su documento Covid-19. Implicaciones políticas y sociales de la pandemia en México, Integralia considera seis factores que determinan el nivel de riesgo político en México: concentración de poder, inseguridad pública, incertidumbre jurídica, conflictividad social, ineficacia gubernamental y deterioro económico. Estima que, con excepción de los dos primeros, “el nivel de riesgo de los otros cuatro aumentará hacia finales de 2020”.
La consultora advierte que los costos económicos de la crisis actual surgirán cientos de miles de desempleados, quiebra de empresas, recesión económica y enorme pérdida de riqueza, lo que generará “los costos políticos para la aprobación del gobierno, un debilitamiento de la gobernabilidad y de la capacidad de conducción del gobierno en un entorno de mayor polarización”.
Integralia estima que, con factores como la Covid-19 y la caída de los precios del petróleo, la contracción de la economía mexicana variará entre 2 y 7 por ciento, con mucha incertidumbre en la velocidad de la recuperación.
Esa recesión será profunda debida a situaciones como el choque a la oferta y la demanda, la fragilidad económica que se arrastraba, baja confianza empresarial, finanzas públicas débiles, la mala situación de Pemex, la inexperiencia del equipo económico y la visión del presidente Andrés Manuel López Obrador, “rígida y altamente ideologizada”.
Para la recuperación Integralia considera que el principal obstáculo es político: “La mayor parte de las medidas que se requieren chocan con la visión política del presidente López Obrador”.
Sobre lo estrictamente sanitario, Integralia encuentra que las medidas han estado dentro del marco jurídico, pero otras carecen de certeza y claridad para el sector privado. En ese sentido destaca que “mientras el gobierno exige ‘compromiso social’, no está dando ningún apoyo a la planta productiva (particularmente a MiPymes)”.
De esto último y del discurso antiempresarial de López Obrador derivará el empeoramiento de la relación entre la iniciativa privada y el gobierno federal.
El documento advierte también las consecuencias fiscales que tendrán factores como los menores ingresos tributarios y petroleros. Sin embargo, el gobierno federal insistirá en sus programas sociales y grandes obras, por lo que se prevé que el faltante será resarcido con fondos de estabilización, recortes al gasto operativo y al gasto en inversión física. Eso recursos, adelanta, serán “insuficientes”.
En ese contexto el gobierno actual tendrá un margen de maniobra muy limitado para llevar a cabo su agenda: los escasos recursos harán inviables el rescate de Pemex y las principales obras impulsadas por López Obrador. Dice Integralia: “Su ritmo de construcción se reducirá y no serán concluidas en los plazos prometidos. El revés más visible será en el rescate de Pemex: en las próximas semanas la empresa perderá el grado de inversión y con ello se verá sometida a una presión sin precedente para llevar a cabo ajustes mayores”.
El cuadro anterior, considera el documento, dará lugar a un aumento de la conflictividad y polarización social, por lo que augura que habrá más protestas, vandalismo y saqueos. Además, habrá una polarización resultado de la crisis y declaraciones de actores políticos relevantes, como el Presidente de la República.
Esa polarización se generará entre quienes creen que la crisis se ha manejado de manera ejemplar y quienes opinan lo contrario, lo que será atizado por el presidente, que “mantendrá su estilo retórico: culpará a sus adversarios de magnificar la crisis y, eventualmente, achacará a los empresarios su falta de compromiso social por no invertir en México”.
En términos políticos, Integralia señala que la pérdida de control de la agenda pública por parte del gobierno puede dar lugar a nuevos liderazgos políticos que “canalicen el descontento hacia figuras o partidos que hoy lucen ausentes”. Eso puede llevar a recuperar equilibrios perdidos en 2018 con el arrasador triunfo de Morena.
Ese riesgoso contexto, dice Integralia, “augura un entorno de negocios más complejo y retador para las empresas”.