Pérez Dayán entregó voluntariamente a Sheinbaum su voto en favor de la Reforma Judicial: El País 

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El ministro de la Suprema Corte, Alberto Pérez Dayán, negoció con la presidenta Claudia Sheinbaum su voto para oponerse a la revisión de la Reforma Judicial durante la sesión para determinar si la SCJN procedía a analizar su constitucionalidad, reveló el diario El País. 

En una nota del periodista Zedryk Raziel, que ha publicado abudantes piezas favorables a Sheinbaum, El País revela este viernes que ante la inminente resolución de la mayoría de ministros de la SCJN para entrar al análisis de la constitucionalidad de la Reforma Judicial, el líder de los senadores de Morena, Adán Augusto López Hernández se reunió con Alberto Pérez Dayán para “llevarlo” a una reunión con Sheinbaum, pero que fue una oferta del propio ministro, ante el “sondeo” que López Hernández realizaba por petición de la presidenta.  

“El ministro de la Suprema Corte de Justicia Alberto Pérez Dayán se entrevistó en persona con la presidenta, Claudia Sheinbaum, pocos días antes de la sesión en la que el Alto Tribunal validó la polémica reforma al Poder Judicial, que somete la elección de jueces al voto popular, el pasado 5 de noviembre. En esa reunión, en el despacho de Sheinbaum, a la que lo llevó el senador Adán Augusto López, el ministro adelantó a la presidenta cuál sería el sentido de su voto y se comprometió a honrar su palabra”, dice la nota. 

“Cuatro fuentes afirman a este periódico que no existieron presiones, sino que, por el contrario, el togado vio una oportunidad para hallar acomodo en el nuevo orden de poder”, agrega. 

La oferta hecha por Pérez Dayán se dio en el contexto de un acercamiento propiciado por Adán Augusto, a petición de la presidenta, preocupada por el destino de la Reforma Judicial.  

“Tres fuentes presentes en esa reunión señalan que, de acuerdo con el relato aportado por el líder de bancada, Sheinbaum le pidió sondear a algunos de los ocho togados claramente contrarios a Morena. A la presidenta le preocupaba que la ambiciosa reforma judicial naufragase en la Corte, tras tantos meses de negociación y desgaste político”.  

Así, según esta versión, no hubo presiones, sino cabildeo, al que Pérez Dayán se prestó gustoso. 

A cambio de esta labor, Adán Augusto López le solicitó a la presidenta Sheinbaum mayor margen de operación política para temas complicados. 

“Adán Augusto relató a sus correligionarios (senadores) que aceptó la encomienda de Sheinbaum, pero esta vez le hizo una petición a la mandataria: que solamente él fuese el mediador del Ejecutivo para esa y otras negociaciones espinosas, como la de la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que estaba en curso en el Senado. El coordinador quería afianzar su papel de operador político entre propios y extraños. Sheinbaum concedió su requerimiento”. 

Raziel cita “fuentes del Senado, de la presidencia y la Corte” que dieron la misma información: que Pérez Dayán y Sheinbaum se reunieron y así, se decidió el sentido del voto. Esa reunión fue el parteaguas para que Pérez Dayán rompiera el llamado “bloque” de ministros contrario a la revisión de la polémica reforma. Al inicio de la sesión del 5 de noviembre, el ministro anunció que no acompañaría el proyecto a discutir, por lo que ni siquiera se realizó la votación ni el análisis, ya que se consideró sin sentido continuar. 

El proyecto fue elaborado por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá y proponía un reajuste de la reforma constitucional, permitiendo la deposición de los actuales ministros y su elección, pero conservando los cargos de jueces y magistrados de circuito.  

Apenas un día antes, Pérez Dayán había dejado en claro que era parte del bloque de ocho que permitiría el análisis de la reforma, con los votos en contra de Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, conocidas como las “ministras de la 4T”. 

“Pérez Dayán, para calmar la sorpresa del grupo mayoritario, argumentó durante la sesión que él no había hecho más que votar conforme a sus propios precedentes, en referencia a que en el pasado ya había suscrito la postura de que las enmiendas a la Carta Magna no pueden ser revertidas por la Corte mediante acciones de inconstitucionalidad, que es el recurso que promovió la oposición para combatir la reforma judicial”, señala la nota de El País. 

Durante la sesión provocó enorme conmoción su declaración sobre que no acompañaría el proyecto. En los días posteriores, Dayán negó una y otra vez que hubiera recibido presiones y aseguró que únicamente votó conforme a su convicción.  

La oposición en pleno calificó a Dayán de “traidor”, mientras que la 4T lo alabó por su “congruencia”. La propia Sheinbaum, en su conferencia mañanera aplaudió la postura del ministro, lo que no hizo más que confirmas las sospechas de una negociación. 

Por su parecido con el caso de Miguel Ángel Yunez Márquez, el senador panista que repentinamente votó en favor de la Reforma Judicial, a Pérez Dayán se le apodó “el Yunes de la Corte”. Su voto generó protestas encendidas por parte de trabajadores del Poder Judicial y sus compañeros ministros deploraron lo ocurrido. 

Según El País, cuando Adán Augusto se le acercó, Pérez Dayán le dijo que “ya tenía resuelto su voto” en contra, “en conguencia con sus decisiones precedentes”.  

“Fue el togado quien le pidió a Adán Augusto llevarlo con la presidenta Sheinbaum, según compartió el coordinador al grupo morenista. En aquella reunión en Palacio Nacional, prosiguió, Pérez Dayán comprometió su voto ante la mandataria”. 

La versión más aceptada entre la opinión pública fue que Dayán fue presionado por la 4T, pero de acuerdo con El País, fue el propio ministro quien calculó la entrega de su voto para unirse a la “cuarta transformación”.  

Agrega la nota que “el togado ya había buscado tender puentes con Sheinbaum desde el periodo de la transición del Gobierno. A través de algunos colaboradores, le envió obsequios en señal de amistad, en un momento en que la confrontación entre el Ejecutivo de López Obrador y los ministros iba en ascenso. Pérez Dayán también había solicitado audiencia a algunos políticos influyentes de Morena en semanas anteriores. Adán Augusto negó, en la charla con los senadores, que se haya negociado algún trato especial con Pérez Dayán. Los legisladores morenistas entendieron que el ministro buscaba un acercamiento, un guiño mirando al futuro”.  

“Un funcionario de la presidencia refuerza la versión de que el ministro no fue presionado, a contrapelo de los trascendidos de que el oficialismo había amenazado a Pérez Dayán con supuestos expedientes de la Fiscalía General y la de Ciudad de México contra el togado y su hijo. ‘Se les pudo haber presionado desde hace mucho tiempo, porque la mayoría [de los ministros] tienen cola que les pisen, y la presidenta Sheinbaum siempre dijo que no. No es su estilo0”, señala la fuente”, misma que El País no cuestiona. 

Cabe preguntarse si estas revelaciones, por parte de un medio muy afín a Sheinbaum, tendrán el objetivo de presentar al actual gobierno como uno que sabe cabildear, no imponer (recuérdese lo mucho que le molesta a Sheinbaum se llamada autoritaria) y de paso, exhibir a Pérez Dayán como un entregado, por voluntad, al oficialismo.  

De esta manera, Sheinbaum gana todo: la Reforma Judicial y el desprestigio de su momentáneo aliado, que durante largo tiempo fue adversario de la 4T. 

ofv

 

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