Debate: Xóchitl puso banderillas en los temas y Sheinbaum evadió la realidad

Compartir

A dos semanas de la jornada electoral, se realizó el tercero y último debate entre aspirantes a la Presidencia de la República: mientras Xóchitl Gálvez hacía puntillosos señalamientos contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su adversaria, Claudia Sheinbaum, esta los evadió sistemáticamente haciendo referencias al pasado. Jorge Álvarez Máynez, con poca relevancia, como no fuera atacar a la hidalguense con menciones a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón en una impúdica defensa del oficialismo.

Uno de los grandes temas que fueron tratados en el encuentro fue el del desarrollo social, en el que la candidata opositora insistió en un punto: los programas sociales actuales se mantendrán, y le aclaró a Sheinbaum que están en la Constitución. Además, le señaló que el gobierno actual abandonó a los pobres, y que los únicos que salieron de la pobreza fueron Manuel Bartlett, Rocío Nahle y los hijos del presidente.

Pero la hidalguense fue más incisiva: ante el fracaso de la política social, a los mexicanos no les alcanza. A ello la candidata oficialista comentó que esa política social es la felicidad del pueblo, y que 28 millones de familias reciben algún programa, sin explicar por qué los reciben: por el fracaso de la política económica esos mexicanos requieren ayuda.

En el tema de la educación, Gálvez comentó que es la única forma de salir de la pobreza, y le recordó a Sheinbaum que el gobierno de López Obrador cerró estancias infantiles y afectó a la ciencia y a la tecnología. Además, dijo, mientras la candidata oficialista ya practicaba el ballet, ella ya trabajaba.

En materia de vivienda, Xóchitl denunció que el gobierno actual ha abandonado la construcción de casas, y no sólo eso, sino que, en busca de recursos, ahora va por los ahorros de los mexicanos en el Infonavit. Sheinbaum mencionó que la vivienda sólo es un negocio para el PRIAN, a lo que la hidalguense reviró que la exjefa de Gobierno se robó un predio y que ni siquiera tiene licencia de construcción, lo que fue un asunto que rehuyó la oficialista.

La atención a la pandemia de Covid-19 fue otro tema en el que Gálvez atacó certeramente: denunció el abandono en que se encuentran los servicios de salud, de los que están excluidos 50 millones de mexicanos. Enfatizó en el pésimo manejo de la pandemia por el gobierno, y destacó que la Ciudad de México fue el peor caso. Sheinbaum de plano se saltó el asunto y empezó a hablar de salarios mínimos, sin mencionar el efecto que la inflación ha tenido sobre el poder adquisitivo de los trabajadores.

Un tema grave fue el de la seguridad pública, en el que Gálvez fue especialmente dura: dijo que el gobierno ha entregado el poder al crimen organizado, y que López Obrador y Sheinbaum tienen pactos con los delincuentes. Asimismo, justifica llamar “narcocandidata” a Sheinbaum basada en el más reciente libro de Anabel Hernández, en el que, refirió, los mismos testigos que llevaron a Genaro García Luna a la cárcel son los que dicen haber entregado dinero para las campañas electorales de López Obrador. Otra vez, la oficialista evitó el tema: recomendó leer a Ray Bradbury.

La candidata de Fuerza y Corazón por México desgranó una serie de denuncias: en la Ciudad de México el 80 por ciento de la población se siente insegura, según datos del INEGI; en la capital del país 37 por ciento de las actas de defunción no señalan la causa y por eso Sheinbaum puede presumir baja en homicidios. Entre lo más graves que señaló estuvieron los vínculos de Mario Delgado con la delincuencia, especialmente con Sergio Carmona, “el Rey del Huchicol”, además de que reveló que Estados Unidos investiga al dirigente nacional de Morena.

Otro problema que Gálvez resaltó es el de los desaparecidos y las madres buscadoras, sobre el que el gobierno “prefiere maquillar las cifras”. Sheinbaum evadió los temas, prefirió hablar de otros programas para jóvenes, que va por más Guardia Nacional, por una mejor coordinación con la FGR y defendió y alabó la prisión preventiva oficiosa, que ha sido rechazada por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.

En materia de política exterior, Sheinbaum agradeció a los migrantes mexicanos el envío de remesas; sin embargo, un poco más adelante afirmó que es importante que nadie tenga que migrar por necesidad.

Gálvez comentó que la política exterior del gobierno es un desastre porque el país se ha alejado del mundo. Defendió el respeto a derechos humanos, la protección a migrantes, y se deslindó de los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Mientras Sheinbaum expresó que se acabó la sumisión frente a Estados Unidos, pero Gálvez le recordó que al gobierno de López Obrador se dobló ante Donald Trump en el tema migratorio, y procedió a controlarlo sin exigir nada a cambio. También le recordó a la oficialista que el gobierno del tabasqueño dejó morir a 40 migrantes en una estación en Ciudad Juárez.

Arturo Zaldívar fue otra banderilla: Gálvez mencionó el caso de las presiones que, a nombre de López Obrador, ejerció contra jueces para que resolvieran casos a favor del gobierno, además de que hoy está bajo investigación por diversos cargos. Y aun así, Sheinbaum lo mantiene en su equipo. La hidalguense también se refirió al caso de Lenia Batres, sin mencionarla por su nombre, por la llegada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de personas sin capacidad.

Por su parte, Sheinbaum defendió muy tímidamente a Zaldívar al decirle a Gálvez que presentara su denuncia, ignorando que ya las hay y que la investigación está en marcha, con testimonios incluso en medios de comunicación.

La aspirante oficialista ratificó la mitología del obradorismo: “fraudes” en elecciones de 2006 y 2012 (no mencionó el caso muy real, ese sí, de 1988, sobre el que Gálvez le recordó a Manuel Bartlett), reclama el monopolio de la construcción democrática del país y se lanzó contra la representación proporcional en el Congreso, sin explicar cómo se integraría en este la pluralidad existente.

Finalmente, Gálvez ofreció un gobierno honesto y la recuperación de la libertad, y afirmó que el gobierno ha abandonado a los que más sufren. Por su parte, Sheinbaum cerró hablando de supuestos fraudes electorales para el 2 de junio próximo, el que dice que evitará con el voto masivo. Por supuesto, no dio ningún ejemplo ni indicio del supuesto fraude que se estaría preparando: sigue con sus cajas vacías al respecto.

Autor