El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó como un despropósito que comparen a su gobierno con el de Gustavo Díaz Ordaz, por el manejo del conflicto estudiantil que actualmente hay en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Arremetió contra los “intelectuales predilectos del régimen de corrupción”, entre quienes mencionó a Sergio Aguayo, quienes desde su perspectiva incurren en un acto de “deshonestidad intelectual”, puesto que ellos como conocedores de los movimientos sociales, saben que lo que sucedió en el 68 no tiene nada que ver con la inconformidad que hay ahora entre los estudiantes del CIDE, pero lo sugieren porque están molestos con su gobierno porque ya no tienen los privilegios de antes.
“Ahora con el conflicto del CIDE están queriendo comparar las diferencias que tienen el CIDE con el 68. Es un despropósito….Pero además que lo estén planteando académicos: Sergio Aguayo, los escritores del Reforma. Es mucha deshonestidad intelectual, porque no se puede decir ignorancia, porque pues es gente que sabe de procesos políticos, son hasta doctores en Ciencia Social. ¿Cómo no van a saber distinguir o diferenciar una cosa con otra?…Pero es un acto de deshonestidad intelectual por el coraje, porque como eran los intelectuales predilectos del régimen, del régimen de corrupción, del régimen de injusticias y de privilegios, ahora están molestos con nosotros”, se quejó.
Según el mandatario, los jóvenes del CIDE tendrán garantizado su derecho a manifestarse e incluso, dijo, le sugerirá a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que no mande ningún policía a sus manifestaciones. Asimismo, se pronunció porque continúe el diálogo con la directiva del Conacyt, pero sin que intervengan otro tipo de intereses políticos que sólo buscan desacreditar a su gobierno.
“Que se manifiesten… y hasta le sugiero a Claudia que cuando se manifiesten los CIDE no haya un solo policía, que no haya nadie, que ejerzan a plenitud su derecho de manifestación, que no haya ninguna provocación de nada, garantizadas todas las libertades y que el Conacyt siga tratando el asunto ofreciendo diálogo, nada más que no se agarren estas cosas sólo por las diferencias que tienen con nosotros”, expresó.
No obstante, López Obrador hizo su propia comparación del conflicto en el CIDE con el movimiento feminista, en el sentido de que ambos están infiltrados por “los conservadores”, que aprovechan estas movilizaciones de forma oportunista solo con el fin de afectarlo. En este sentido, señaló al analista Leo Zuckermann como de los que quiere “subirse” a este conflicto con ese objetivo.
“Ya ven cuando las manifestaciones en favor de las mujeres, que se expresaron con justicia o en busca de justicia, ahí se metieron oportunistas a echar a perder causas nobles, buenas, justas, con un oportunismo extremo; y, además, falsos, falsarios, gente que no está a favor de la igualdad, machistas y defensores de posturas conservadoras, de repente se vuelven progresistas, de avanzada, radicales, pero el fin es afectarnos a nosotros. ¿Por qué no continúan con el debate abierto en contra de nosotros y no agarran estas causas buenas y se montan en ellas de manera oportunista? Eso no es honesto. Ahí veo a Zuckermann también en lo mismo. Él siempre ha estado en contra de nosotros, siempre. Es libre de pensar de la manera que quiera, pero que no se inmiscuya o le den un tinte politiquero a esto”, fustigó.
A través de su cuenta de Twitter, Sergio Aguayo, respondió a las alusiones del presidente y aseguró que tiene elementos para sostener que su gobierno está actuando con la misma cerrazón con la que se condujo el de Gustavo Díaz Ordaz, cuando descalificaba los movimientos estudiantiles en lugar de dialogar.
El presidente me acusa de deshonestidad intelectual por haber asegurado que en el manejo del conflicto en el CIDE su gobierno replica los modos autoritarios y la negativa al diálogo practicados por Gustavo Díaz Ordaz. Tengo la evidencia para demostrarlo. pic.twitter.com/gqrt78vlvW
— Sergio Aguayo (@sergioaguayo) December 13, 2021
Por otra parte, en su artículo para el periódico Reforma, Aguayo expuso que desde la Presidencia y la dirección del Conacyt, encabezada por María Elena Álvarez-Buylla, se ha tratado de desacreditar a los estudiantes acusándolos como manipulados por la derecha, tal y como lo hacía el régimen de Díaz Ordaz cuando acusaba a los jóvenes de comunistas. La característica común en ambos casos, dijo, es que no hay disposición al diálogo.
No obstante, consideró que aún se está a tiempo de rectificar y evitar que el conflicto escale aún más, hasta que tenga consecuencias que nadie desea. Señaló que dentro del gobierno hay servidores públicos con capacidad de interlocución que pueden ayudar a encontrar una salida negociada.
*arg