La doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, exdirectora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, exsecretaria de Educación en el gobierno capitalino con Claudia Sheinbaum y actual coordinadora del eje de Educación, Ciencia y Tecnología en la campaña de la morenista también fue cómplice de las maniobras que derivaron en el apropiamiento indebido de la llamada “Casa de Tlalpan”.
Además, al menos durante 2022, la exfuncionaria ocultó de manera deliberada sus ingresos como secretaria de gobierno de Claudia Sheinbaum, pues en su declaración patrimonial anotó haber ganado un peso en todo el año. Sin embargo, los registros oficiales dicen que cobró más de cien mil pesos al mes. Ello, al tiempo que recibía pago por parte de la UNAM, en la que no se encontraba ejerciendo en ese momento.
Ruiz Gutiérrez estuvo casada con el autonombrado “líder del 68”, Salvador Martínez Della Roca “El Pino” y en esta calidad, fue vecina durante muchos años de Claudia Sheinbaum en San Andrés Totoltepec. Etcétera documentó cómo Della Roca y mujeres que también fueron vecinas de Claudia recibieron cargos en la administración pública como evidente pago de favores por el apoyo para quedarse con la casa.
En un artículo publicado este 14 de mayo se exponen los argumentos para afirmar que Della Roca, Ingrid Aurora Gómez Saracibar y Luisa Elena Abreu González fueron esenciales para que Carlos Imaz ganara un juicio de prescripción positiva que lo hizo dueño de un predio que invadió de manera ilegal en 1988.
De acuerdo con fuentes que pidieron el anonimato a etcétera, tanto Della Rocca como su esposa Rosaura Ruiz Gutiérrez, grandes amigos de Claudia Sheinbaum y su familia, dieron aviso a la actual candidata presidencial y su entonces esposo Carlos Imaz de la “disponibilidad” de un predio ubicado a unos pasos de donde ellos habitaban en el pueblo de San Andrés Totoltepec.
En otras palabras: les avisaron que había un predio del que podían apoderarse sin pagar, pues se encontraba descuidado.
En ese predio Carlos y Claudia llegaron en 1988 y ahí, sin tener título de propiedad ni haber pagado un centavo por el terreno, construyeron una casa actualmente valuada en cinco millones de pesos.
Con el paso del tiempo y gracias a los testimonios de sus amigos y vecinos, lograron que un juez los declarara propietarios debido a que, sencillamente, llevaban viviendo ahí más de 20 años. Es lo que se llama prescripción positiva. Sin embargo, no existe ningún documento que avale que ese predio fue comprado por Carlos Imaz y Claudia Sheinbaum, pues en el tiempo que llegaron a ocuparlo eran terrenos ejidales.
Cabe señalar que Ruiz Gutiérrez fue una de las artífices de la tan cacareada “Universidad de la Salud”, tan presumida por Claudia Sheinbaum como parte del remedio al déficit de médicos y enfermeras del país. Lo cierto es que esta institución no da a sus estudiantes auténticos recursos de formación, como acceso a servicio social, prácticas profesionales ni residencias, tal como denunciaron los estudiantes en una manifestación en abril de 2024
La Secretaria de Educación que ganaba un peso al año y seguía cobrando en la UNAM
Rosaura Ruiz Gutiérrez ocupó el cargo de secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) desde el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum en 2018 hasta febrero de 2023, en que renunció para “regresar a la UNAM” desde donde seguiría apoyando al gobierno de Sheinbaum, según afirmó.
“Agradezco a la jefa de Gobierno, mi querida jefa y además amiga, la doctora Claudia Sheinbaum, todo el apoyo que recibí de ella, al igual que de mis compañeras y compañeros secretarios, todo el equipo de Claudia es una maravilla, pero seguiré trabajando cerca de ustedes”, dijo en su último informe de labores.
Durante su paso por la secretaría, Ruiz Gutiérrez aseguró no tener salario, pero admitió seguir cobrando en la UNAM. Así se hace constar en sus declaraciones patrimoniales de 2021, 2022 y 2023. Las de 2018 y 2019 no existen en el sitio web de transparencia de la CDMX, lo cual es una falta.
En las tres que sí están, Ruiz Gutiérrez declara haber ganado un peso por año como titular de la SECTEI y declara ingresos muy elevados por parte de la UNAM.
En la Plataforma Nacional de Transparencia, al buscar los montos del salario de Rosario Ruiz Gutiérrez en la CDMX se asienta, para 2019, 2020 y 2021 que su salario es de CERO PESOS.
La grave inconsistencia está en el 2022, puesto que mientras en su declaración patrimonial declara un ingreso anual de un peso como empleada del gobierno de Sheinbaum, en la PNT hay cuatro registros trimestrales de 2022 que dicen que se le pagó un salario de 109 mil pesos mensuales brutos. Esto quiere decir que, al menos durante 2022, Ruiz Gutiérrez mintió sobre su salario y declaró no recibir ninguno.
Cabe la posibilidad, naturalmente, que ese ocultamiento también se haya dado en los demás años en que fue secretaria de Educación. Sin duda es un caso llamativo el de una funcionaria contratada por cero pesos y durante el gobierno de Sheinbaum jamás se hizo ninguna declaración al respecto.
Al tiempo que ella declaró ese ingreso nulo, admitió cobrar en la UNAM, pero sin estar trabajando ahí. Si no, entonces ¿por qué cuando dejó la SECTEI dijo que iba a “regresar”? Si iba a regresar es porque no estuvo ahí cuatro años y si no estuvo ahí, ¿por qué le pagaban?
De acuerdo con el inciso VI del artículo 6º. del Estatuto del Personal Académico de la UNAM, el personal de tiempo completo de cubrir una labor de 40 horas semanales y el de medio tiempo debe cumplir 20 horas. Como funcionaria pública Ruiz Gutiérrez no podía trabajar ni 20 horas en la UNAM, por lo que no se hizo acreedora a ningún salario.
Se podría argumentar que cobró debido a que tuvo licencia con goce de sueldo, pero esto no es legal tampoco, ya que según la normativa de la UNAM las licencias con goce de sueldo se conceden cuando el académico tiene que cumplir “comisiones que les sean encomendadas por las autoridades de la dependencia de su adscripción o por el Rector con el conocimiento de éstas”.
Claramente, la exvecina de Claudia Sheinbaum y miembro de su equipo de campaña no recibió como “comisión” de la UNAM ser secretaria de Educación del gobierno capitalino. No importa que, por el motivo que sea, haya renunciado aparentemente a su salario durante tres de cuatro años que trabajó ahí. El punto es que siguió cobrando en la UNAM sin cumplir sus funciones y su puesto le estaba esperando cuando renunció al gobierno, así como a Claudia Sheinbaum su plaza la espera en caso de que no gane las elecciones.
Ruiz Gutiérrez es parte de un grupo privilegiado en lo académico y lo político conectado con la mujer que podría llegar a ser presidenta de México.
Las conexiones alcanzan tanto al actual grupo en el poder como a cierta parte de la academia universitaria. Entre todos se reparten cargos, se guardan las plazas, se aseguran pensiones y hasta se ayudan a robar casas.
ofv