El nuevo apoyo económico de 6 mil 400 pesos bimestrales para familias de niños con cáncer es una medida con tinte populista que parece una falta de respeto para las personas que, más bien, piden una atención médica apropiada y medicamentos suficientes, indicó Alejandro Barbosa, presidente de Nariz Roja.
El martes la Secretaría de Salud presentó el Programa de Apoyo a la Familias de Niñas y Niños con Cáncer sin seguridad social, que serán entregas de 6 mil 400 pesos bimestrales que beneficiará a unos 3 mil padres de familia que tienen hijos con esa grave enfermedad y que son atendidos en el IMSS Bienestar y en los Instituto Nacionales de Salud. Ese dinero será brindado mediante tarjetas del Banco del Bienestar.
El flamante programa, anunciado en la conferencia de prensa presidencial por Eduardo Clark, subsecretario de Integración Sectorial y Coordinación de Servicios de Atención Médica, fue de inmediato motivo de críticas en un contexto de falta de medicamentos para atender a la población que padece cáncer en las instituciones públicas, además delas políticas simplemente asistencialistas y hasta clientelistas que han implementado los gobierno recientes.
Una de las críticas más severas provino de Barbosa, quien grabó un video en el que señaló que el programa tiene “un tinte populista”, además de que no era el momento más indicado para implementarlo. Fue lapidario al respecto: “Creo que, más bien, parece una grosería, una falta de respeto a todas aquellas familias que hoy piden a gritos que se les atienda de manera correcta”.
Barbosa continuó: “Estos 6 mil 400 pesos parecerían más un tapón de conciencias, un vendaje para tapar la realidad, un velo, para que no se vea lo que está sucediendo hoy en nuestro país”.
El presidente de Nariz Roja, una asociación civil que ha apoyado a muchos infantes que padecen de cáncer con instalaciones, servicios y medicamentos gracias a contribuciones privadas, enfatizó en que por ahora es mucho más importante atender efectivamente de su enfermedad no sólo a los niños y adolescentes, sino también a los adultos.
Barbosa explicó: “Cuando todos ellos tengan medicamentos, insumos y le paguen todos los estudios médicos que se pueden hacer dentro y fuera del hospital, debemos pasar a la etapa donde se da la parte asistencial, ese apoyo económico por los gastos por no poder trabajar los padres, que abandonan sus empleos para dedicarse a sus hijos y ya no pueden generar ingresos por la atención misma que le dan a sus chamacos”.
También destacó que es preferible que esos 6 mil 400 pesos sean invertidos en lo urgente, que son los medicamentos.
Recordó que desde noviembre del año pasado el subsecretario Clark anunció también que habría un fondo especial dedicado a atender la carencia de medicamentos: “¿Saben qué llegó? Cero pesos”, dijo, además de que tampoco llegaron. Añadió que, sin embargo, “hoy estamos esperando la compra consolidada; dicen que ya en estos días llega. ¡Qué maravilla! Pero ¿de noviembre a marzo la gente no estuvo enferma? ¿La gente no tenía un padecimiento? A la gente le urgió medicamento”.
Pero indicó que varias de las personas enfermas de cáncer sí tuvieron su medicamento y sus estudios gracias a los donativos hechos a asociaciones civiles: “Eso sí nos sobra: un chingo de corazón, y gracias a eso la gente tuvo medicamentos, insumos, y pudimos pagar sus estudios, y lo seguiremos haciendo”.
En ese contexto, Barbosa comentó que el apoyo de 6 mil 400 pesos “parece una grosería, una falta de respeto a todas aquellas familias que hoy piden a gritos que se les atienda de manera correcta”.
En una entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula, Barbosa dijo que la sociedad se está confundiendo: así, hay personas que llegan a Nariz Roja exigiendo medicamentos, lo que no hacen en las instituciones públicas de salud. Además, de que, por ejemplo, una caja de medicamento para el tratamiento del cáncer tiene un precio mínimo de 7 mil pesos, y a los pacientes se les piden varias.
Pidió a las autoridades sanitarias que “hagan su chamba” y que las cuestiones asistenciales se las dejen a las asociaciones civiles: “El problema es que estamos desordenando el proceso: ¿quién tiene que responsabilizarse de los medicamentos y de los estudios? El gobierno. ¿Y quiénes lo estamos haciendo hoy? Las organizaciones civiles. Y ellos quieren hacer lo que hacemos nosotros. Ellos primeramente tienen que observar lo que urge. 6 mil pesos al mes es una tomada de pelo”.
Entrevistado en el noticiero de Uresti, Clark descalificó a Barbosa, prácticamente reconoció la situación de desabasto y prometió que habrá avances en la solución del problema a finales de marzo.
Sobre lo dicho por Barbosa, Clark dijo que “en lo personal, se me hace un poco desafortunada esa interpretación. Entiendo, al mismo tiempo de dónde vienen sus comentarios”, para después darle la razón: que la Secretaría de Salud es la que tiene la “responsabilidad irrenunciable a brindar medicamentos gratuitos, a brindar atención gratuita, a que niños y niñas y los adultos, todos los pacientes en general no tengan que pagar por el servicio que reciben para garantizar su salud. Eso es una condición irrenunciable que tenemos, y que espero que se sienta que estamos trabajando para poder garantizar”. Eso es lo mismo que había señalado Barbosa (que también señaló las graves carencias en ello), pero a Clark, que lo ratificó, le pareció “desafortunado” que aquél lo haya dicho.
Luego siguió con la cantaleta de los gobierno recientes: que los medicamentos para los infantes con cáncer “los tenemos contemplados; les hemos dado seguimiento personal para que no se quede ninguna clave indispensable sin proveeduría, que se entreguen este 15 de marzo”. Es decir: los medicamentos hoy no están, que es lo que había señalado Barbosa.
El subsecretario dijo que la columna vertebral de la estrategia de atención a los infantes pacientes de cáncer “es que los hospitales tengan los insumos para que los niños puedan tener su tratamiento”.
Pero, aunque no está la columna vertebral, Clark dijo que el apoyo de los 6 mil 400 pesos “busca complementar esa atención que hoy se da en los hospitales” porque los padres tienen que dejar trabajo y, por ejemplo, hacer viajes para llevar a sus hijos a recibir sus tratamientos médicos.
Y resaltó que todos los medicamentos para el cáncer llegarán a finales de marzo, cuando “va a mejorar mucho el abasto”.