La farmaciotota del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que tendría todos los medicamentos del mundo, apenas tiene piezas para ocupar menos del uno por ciento de su capacidad de almacenamiento, informó El Universal.
Este martes ese diario publica el reportaje “Megafarmacia, sin 99% de los medicamentos” de Enrique Gómez, en el que se resumen cifras del funcionamiento de esa ocurrencia del tabasqueño y que en poco o nada ha contribuido a disminuir el desabasto de fármacos en el sector salud.
La megafarmacia gubernamental tiene capacidad para almacenar 280 millones de piezas, según informó Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) a El Universal; sin embargo, según lo anunció el 19 de enero el titular de esa dependencia, Jens Pedro Lohmann Iturburu, contaba con sólo 2 millones 465 mil 975 piezas.
Es decir, los medicamentos existentes en la megafarmacia (de nombre oficial Centro Federal de Almacenamiento y Distribución de Insumos para la Salud) apenas ocupan el 0.9 por ciento de su capacidad de almacenamiento, según el tamaño con que fue imaginada.
“Sí es una farmacia muy grande, además de tratarse de casi 50 hectáreas de espacio. Son nueve hectáreas techadas; estaríamos hablando de 90 mil metros cuadrados techados. Serían como unos seis o siete zócalos techados, pero la farmacia son como 5 mil 500 metros cuadrados techados. Es muy grande porque el resto es para almacenar todos los medicamentos”, se pavoneó el presidente López Obrador el 29 de diciembre, cuando la farmaciotota fue inaugurada.
Continuó: “La farmacia es grande, grande, grande, y va a tener todos los medicamentos que se distribuyen en el sector salud de nuestro país, y cada vez va a funcionar mejor porque estamos iniciando”.
Sin embargo, en sus primeros 21 días de funcionamiento, la farmaciotota sólo había surtido 67 recetas, poco más de tres en promedio diario, y se habían atendido 7.8 folios resultantes de las llamadas que se le habían hecho al centro.
Sobre los medicamentos con que cuenta la megafarmacia, a solicitud de El Universal Birmex informó que para surtir las recetas “se cuenta con el stock propio de los institutos de salud: IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar”.
Es un círculo vicioso que es señalado en el reportaje: “Es decir, para surtir las recetas la Megafarmacia solicita a las instituciones de salud los medicamentos para surtir las recetas que estas mismas no pudieron dar a sus derechohabientes en principio”.