La tendencia que prendió este lunes en Twitter, #FeminismoDeCuarta, es una buena ocasión para traer a colación las deficiencias del “feminismo” que se encuentra el interior de la Cuarta Transformación, y cuya característica principal es la sumisión total a los dichos y designios del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha mostrado profundo desconocimiento de la problemática de las mujeres.
Aunque algunas voces representan la excepción, como la diputada Wendy Briseño y su grupo, poderosas mujeres de la llamada “Cuarta Transformación” privilegian la línea que dicta el jefe del Ejecutivo por encima de los intereses de las mujeres, callan ante atrocidades como la designación de Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura de Guerrero, o le sacan la vuelta a despropósitos mayúsculos, como la idea de poner a “consulta ciudadana” el derecho al aborto.
Félix Salgado Macedonio
La designación de Salgado Macedonio como precandidato y luego candidato al gobierno de Guerrero por Morena no concitó el rechazo unánime de todas las morenistas, sino sólo de unas cuantas. De parte de la secretaria general de Morena, por ejemplo, Citlalli Hernández, sólo hubo silencio. Su jefe, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, dio apoyo abierto e irrestricto al senador con licencia, acusado por al menos tres mujeres de violación.
Ante ello, la senadora calló. De parte de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, surgió un tibio posicionamiento: hay que defender a las mujeres, sí, pero Salgado Macedonio tiene derecho a la presunción de inocencia. Aunque es cierto que el morenista no ha sido juzgado, lo que Sánchez Cordero no precisó es que es porque una acusación fue declarada prescrita y la otra duerme en la congeladora de la Fiscalía General de Guerrero.
A su vez, la conductora Estefanía Veloz se pronunció en contra de la candidatura, y aseguró que de oficializarse, “por congruencia feminista” renunciaría a Morena. Luego de que este 15 de febrero Salgado Macedonio se registró ante la instancia electoral del estado de Guerrero, muchos internautas le preguntaron cuándo renunciaría. Ella, hábilmente, dijo que tal registro no contaba como oficial, porque aún no era ante el INE y que cuando ello ocurriera, renunciaría al partido. Eso está por verse.
De parte de otras morenistas influyentes, senadoras, diputadas (con excepción del grupo de Wendy Briseño), secretarias de Estado, no ha habido un rechazo frontal a la candidatura de Salgado, quien fue exculpado por AMLO, al señalar que se le acusaba injustamente. Ante esta exculpación, las feministas de la 4T callaron.
Mario Marín
Luego de la captura del exgobernador de Puebla por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, la reacción más destacada por su falta de compromiso feminista, fue la de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Tal como hizo respecto a Félix Salgado Macedonio, la titular de Segob mostró en sus declaraciones, más que sororidad, gran preocupación de que Marín (también vinculado a delitos de pedofilia y trata de mujeres) tuviera “un proceso justo” y resaltó que se debe poner primero la “presunción de inocencia”.
Cuando se le recordó que cuando fue ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación votó en contra de un proyecto para juzgar a Marín, con la consecuente afectación a Lydia Cacho, Sánchez Cordero se molestó y recordó que la dependencia a su cargo pidió disculpas a la periodista por los tratos inhumanos recibidos cuando fue detenida por el gobierno de Marín. “Ya se le ofreció una disculpa”, dijo.
Aunque Sánchez Cordero se ha asumido como feminista, sus declaraciones respecto a este caso no se dirigieron hacia las mujeres víctimas de Marín, sino que expresaron su preocupación de que éste tuviera un juicio justo.
Consulta al aborto
Uno de los temas más complicados en la agenda feminista es siempre la despenalización del aborto. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que sobre este tema es “dueño de su silencio” y para evitar pronunciarse al respecto, en varias ocasiones declaró que este tema podría ser puesto a consulta ciudadana. Hace un mes dijo que “para evitar imposiciones”, desde el ámbito gubernamental las mujeres deben decidir. Esto, a pesar que durante décadas amplios grupos de mujeres han impulsado la despenalización.
La posibilidad de que un derecho de las mujeres se ponga a consulta ofendió a colectivos feministas y numerosos actores políticos, pero no ha merecido una oposición frontal de parte de las mujeres más poderosas de Morena.
Nuevamente, la secretaria Olga Sánchez Cordero es el mejor ejemplo.
La funcionaria —quien por cierto se atrevió a afirmar que AMLO es “el presidente más feminista de la historia”— defendió como pudo la posibilidad de una consulta, mediante inconexas explicaciones que buscaron modificar la percepción creada por el presidente.
Hace tres semanas, al encabezar una conferencia mañanera, la funcionaria negó que se fuera a poner a consulta el derecho al aborto, pero admitió que se pondría a consulta su penalización o no.
“No se van a consultar derechos, se van a establecer tipos penales, y lo que se va a discutir no son los derechos, los derechos no son discutibles, los derechos no están más que en la Constitución, y más allá de la Constitución, en las convenciones internacionales y en otro tipo de legislación nacional e internacional; no, lo que se va a discutir son los tipos penales, la tipología penal y la criminalización o no, de una conducta, eso es lo que se está discutiendo”, dijo.
Así, la que es la mujer con mayor poder político del país, y que según sus propias palabras, ha defendido durante 50 años el derecho al aborto, no es capaz de oponerse a una consulta que violenta los derechos de las mujeres, según el cuerpo de ideas del feminismo que ella dice suscribir.
Porque, antes que feminista, Sánchez Cordero es subordinada de Andrés Manuel López Obrador.