El candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, consideró que dicha agrupación tiene “todas las condiciones para ganar”, pues representa “la mejor opción para México”.
A 47 días de la elección, entrevistado por el equipo de Milenio TV, Anaya Cortés aseguró que esta elección trata de resolver dos preguntas, la primera: continuidad o cambio. En esa, detalló, “la gente ya decidió el cambio: El PRI no tiene posibilidades de ganar; 85% de la gente dice que quiere un cambio”.
Y ante la segunda cuestión (qué tipo de cambio), dijo que “la primera pregunta se trata de un contraste con el gobierno y la segunda es un contraste contra López Obrador”. Se trata de que la ciudadanía escoja entre las alternativas de cambio propuestas.
Consultado sobre un hipotético gobierno encabezado por AMLO, destacó que el problema central es que su plan es exactamente lo contrario a lo que el país necesita. Y puso como ejemplo la amnistía (que donde se ha utilizado ha empeorado la situación), la hostilización contra la iniciativa privada (que acaba por perjudicar el empleo) y su voluntarismo en materia de corrupción (que no logra evitarla).
El candidato de PAN-PRD-MC dijo que “definitivamente no me interesa ningún pacto cupular [con EPN u otro personaje cualquiera]; yo hago un llamado al voto útil, no quiero representar la continuidad“.
Ricardo Anaya explicó que el ingreso universal es una propuesta que reflexionan los mejores economistas. Y tiene relevancia para atacar en primer término la pobreza extrema; contribuye a contrarrestar la automatización; ayuda en la atención a los jóvenes; y acota la burocracia.
Al detallar su propuesta contra la violencia, Anaya Cortés indicó que primero hay que atacar las causas de la violencia, pero además se debe desmantelar, en lugar de sólo descabezar a los cárteles del crimen organizado.
Recordó que la salida del Ejército a las localidades inseguras en 2006 no se acompañó de una indispensable estrategia para recuperar las policías locales y reconstruir las instituciones civiles, y que por eso fracasó.
Ante la aseveración de Jesús Silva-Herzog de que la candidatura de Anaya fue un pacto cupular, éste rechazó la aseveración y relató que su postulación fue “un ejercicio de enorme complejidad [en el que] definimos construir una coalición, tuvimos que pasar por [la aprobación de] los órganos electos de cada partido para aprobar una coalición: los tres partidos lo aprobamos”.
Sobre Margarita Zavala, ahora candidata independiente pero que buscó la nominación vía Acción Nacional, señaló que “pudimos haber procesado eso de mejor manera. No voy a polemizar con ella. Sería ideal que sumáramos fuerzas en este momento, tengo mucho interés; estamos buscando la manera, hablo por mí”.
Ricardo Anaya explicó que en el frente opositor confluye un diagnóstico común y la necesidad de un cambio de régimen, mediante un gobierno de coalición, el combate frontal contra la corrupción y la impunidad, así como afrontar un indispensable mejoramiento del ingreso de los trabajadores.
Anaya recordó que formar una coalición no implica renunciar a los principios del partido; y consultado sobre el pensamiento de Gómez Morín y Christlieb Ibarrola, destacó que ambos son personajes fundamentales no sólo en la historia del PAN sino de México. “Ojalá pueda aprender de ellos. Me parecen dos personajes extraordinarios de la historia de nuestro país”.
Hizo notar que contra lo que se pudiera creer, el pensamiento del PAN no es de derecha, sino demócrata-cristiano, es decir que pone en el centro la libertad del individuo, su humanidad, la solidaridad con los menos favorecidos y la necesidad de un esfuerzo redistributivo.
aml