El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha gastado hasta el momento un millón 511 mil 61 dólares, equivalente a 19.5 millones de pesos por mantener estacionado el avión presidencial en el Aeropuerto de Logística del Sur de California, pues a más de un año la aeronave sigue sin venderse.
Los recursos que el gobierno mexicano ha pagado a la empresa fabricante del Boeing 787 “José María Morelos y Pavón”, incluyen almacenamiento, verificación del avión, lavado, refacciones y consumibles que se han requerido durante su estancia en la citada terminal aérea.
De acuerdo con información recabada por La Silla Rota, en el contrato se estableció que tan solo por su recepción se pagaron 54 mil 39 dólares; la tarifa diaria por el almacenamiento se fijó en 2 mil 750 dólares y para reactivar la aeronave y dejarla en condiciones de usarse, se erogaron 67 mil 748 dólares. Asimismo se desembolsaron 509 mil 511 dólares por 364 servicios distintos.
En su conferencia de prensa del pasado 8 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que había una empresa interesada en adquirir el avión presidencial, e incluso dejó entrever la posibilidad de que se hiciera una licitación; posteriormente el 1 de diciembre durante su mensaje en el Zócalo, aseguró que la aeronave se iría a una sala de exhibición de Boeing para concretar su venta.
Lo cierto es que hasta el momento no ha concretado ninguna operación para su adquisición, ni tampoco existe información respecto a algún concurso mercantil con este propósito y mientras esto no ocurra, su almacenamiento seguirá implicando gastos para el gobierno mexicano.
El Boeing 767 fue adquirido en la recta final del gobierno de Felipe Calderón a un costo de 127 millones 348 mil dólares, sin embargo, fue Enrique Peña Nieto quien lo utilizó durante su administración.
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