Incondicionales de Morena y con conflictos de interés son los tres perfiles que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Senado de la República para suplir el lugar que la ministra Margarita Luna Ramos deja el próximo 19 de febrero. La nueva terna que el Ejecutivo envía contradice una vez más una de las proclamas que el entonces aspirante presidencial pronunció: la independencia en los nombramientos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El 11 de marzo de 2015, López Obrador prometió que con el triunfo de Morena, “los ciudadanos elegirían a ministros de la Corte, no como ahora que los nombran Salinas, Diego, Azcárraga, EPN, PRIAN”.
Tal promesa quedó socavada desde diciembre pasado cuando dio a conocer la terna para ocupar la vacante que dejó el ministro José Ramón Cossío y de la cual resultó ganador Juan Luis González Alcántara.
En aquella ocasión como en esta, los nombres de quienes integran la terna tienen evidentes conflictos de interés y cercanía con el partido en el poder, algo de lo que toda su vida militante fue crítico el ahora presidente de la República.
Para suplir a Margarita Luna, el Ejecutivo nacional repite en la terna a Loretta Ortíz Ahlf, exdiputada de Morena y quien llevó a cabo la coordinación de los foros de pacificación de López Obrador durante el pasado periodo de transición.
Doctora en Derechos Humanos y Derecho Comunitario Europeo por la Universidad a Distancia de España, así como maestra en Derechos Humanos por la Universidad Iberoamericana, Ortíz Ahlf también es esposa de José Agustín Ortiz Pinchetti, quien hizo una biografía de López Obrador y uno de los encargados de la elaboración de la llamada Constitución Moral.
De hecho sólo ante los cuestionamientos surgidos en diciembre pasado, renunció a la militancia de Morena y al comparecer ante la Comisión de Justicia del Senado fustigó a quienes criticaron la imparcialidad de los candidatos.
Celia Maya García, exmagistrada del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, es otra de las que repite en la terna. Estudió Derecho y Contabilidad en la Universidad Autónoma de Querétaro y ha contenido varias ocasiones a puestos de representación popular, primero con el PRD y luego con Morena.
En 2003 fue candidata del Sol Azteca a gobernadora de Querétaro, elección en la cual obtuvo el tercer lugar. Posteriormente, en 2012 se lanzó como aspirante al Senado de la República por el PRD, PT y Movimiento Ciudadano, y en 2015 fue postulada a la gubernatura por Morena, mientras que tres años después buscó una senaduría. En ninguna ocasión obtuvo el triunfo.
Todavía en diciembre, al igual que Loretta, mantenía como imagen de portada de su cuenta de Twitter la sigla y el lema de Morena, además de que se describía como: “Candidata a la Senadora (sic) de Querétaro por Morena. Docente universitaria y analista política”.
En distintos tuits, mostró su apoyo a López Obrador y todavía en noviembre pasado alabó a Fidel Castro.
El tercer nombre, Yasmín Esquivel Mossa, actual presidenta del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la Ciudad de México también presenta un claro conflicto de interés al ser esposa del contratista favorito del presidente López Obrador, José María Rioboó.
Tanto en campaña y luego de su triunfo el 1 de julio de 2018, lanzó proclamas contra el nepotismo: “No queremos amiguismo en el Gobierno, no queremos influyentismo, no queremos nepotismo; nada de llenar de familiares a los gobiernos municipales, gobiernos estatales, no es el Gobierno de la familia, no es el DIF”.