De acuerdo con una auditoría realizada a principios de este año por el Órgano Interno de Control de Liconsa, al cierre de 2019 se distribuyó leche subsidiada a un total de 5 millones 871 mil 236 personas en condición de pobreza, esta cifra es menor en 478 mil beneficiarios respecto a los 6 millones 350 mil que tuvieron acceso a este alimento en el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad reveló que según cifras auditadas y validadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la cobertura de 2019 fue la más baja de los últimos diez años. En 2010, durante el gobierno Felipe Calderón, el abasto de leche llegó a 6 millones de beneficiarios, mientras que en 2013, ya en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se alcanzó un récord de 6 millones 490 mil.
En la auditoría se detalla que tan sólo en 12 centros de distribución del país se quitó del padrón a 983 mil personas que antes recibían leche y, en contraste, se dio de alta a otras 756 mil, esto es, hubo un recorte final de 227 mil beneficiarios.
Cabe mencionar que la baja de beneficiarios es un procedimiento habitual para depurar y actualizar el padrón, a fin de reducir el riesgo de irregularidades, sin embargo, Liconsa debe compensar esta reducción con el empadronamiento de otras familias en pobreza.
Aunado a la reducción de beneficiarios, el Consejo de Administración de Liconsa decidió a mediados de 2019 incrementar el precio de la leche a los municipios con mayor marginación y pobreza del país. El precio por litro pasó de un peso a 2.50, esto es, un aumento de 150%.
De igual manera, se acordó reducir el número de municipios cuya población recibía la leche subsidiada; de 616 municipios en los que se vendía la leche a un peso, el padrón quedó en 549 con el nuevo precio de venta de 2.50 pesos, es decir, quedaron fuera 67 municipios con elevada marginación, que equivalen al 10% del padrón anterior.
Entre las municipios afectados por estas disposiciones destacan Atarjea, Guanajuato; Calakmul, en Campeche; Tamazula y Topia, en Durango; Carácuaro, Chinicuila y Churintzio, en Michoacán y Pinal de Amoles, en Querétaro, todos ellos con un bajo índice de desarrollo humano. Es decir, el gobierno de la “cuarta transformación” redujo el volumen de leche entregada a la población más marginada.
La investigación de MCCI arroja que, pese a que en lo que va de 2020 ha continuado el programa de distribución de leche a 2.50 pesos por litro en los municipios con mayor marginación, la cobertura se restringió aún más que en 2019. En este año se dejó fuera a Guanajuato y Nuevo León, que entre enero y abril del presente año no recibieron ni un solo litro en este programa destinado a la población en condición de pobreza.
Liconsa vende la leche subsidiada en tres distintos precios: a 5.50 pesos el litro en su programa de abasto social en las lecherías ubicadas en colonias populares y zonas rurales; a 4.50 en Chiapas, Guerrero y Oaxaca, los tres estados con mayor marginación y a 2.50 pesos en los municipios con extrema pobreza. Además, vende producto sin subsidio a particulares, como una fuente adicional de ingresos.
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