En respuesta al anuncio del presidente Donald Trump de que declarará como terroristas a los cárteles mexicanos, el presidente Andrés Manuel López Obrador se limitó a decir: “Cooperación, sí; intervencionismo, no”. Esto, luego de señalar que no quería confrontarse con Estados Unidos en vísperas del Día de Acción de Gracias.
“Les mando un abrazo” a los norteamericanos por estas fechas, dijo durante la conferencia mañanera.
“Mañana es el día de gracias, entonces creo que no es época de confrontación, pero para que no se vaya a decir que no quise tratar el tema, les digo dos cosas: el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, tiene instrucciones de atender este asunto y les va a informar”.
Agregó que no quiere “polemizar” ni hoy ni mañana, pero aún así, se decidió a señalar que está en contra del “intervencionismo”.
De esta forma, AMLO dio indicios de que su gobierno se opondrá a la medida anunciada por Trump e intentará que el gobierno norteamericano no intervenga de manera directa en territorio mexicano para combatir a los cárteles.
La declaratoria de “grupo terrorista” implica, según las leyes norteamericanas, que el gobierno de ese país puede combatir a cualquier grupo de esa naturaleza, sin importar en qué país se encuentre y que además, puede sancionar penalmente a cualquier norteamericano que coopere con un grupo terrorista.
Desde hace meses se ha venido impulsando en aquel país dicha medida, argumentando que las acciones criminales de los cárteles mexicanos caen en la categoría de terrorismo y no únicamente impactan a la población mexicana, sino a la norteamericana. Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, los delitos más penados por la ley norteamericana son los relacionados con el terrorismo.
Esa argumentación se vio fortalecida tras la masacre en contra de la familia LeBarón, de nacionalidad norteamericana, residente en México, ocurrida a principios de mes.
Este martes, en una entrevista, Donald Trump dijo que el proceso para declarar terroristas a los cárteles mexicanos ya llevaba 90 días en marcha. Esto, luego de que apenas el lunes el canciller Marcelo Ebrard dijera que “no creo” que Estados Unidos “vaya por esa ruta”.