Para el semanario Riodoce, la orden de asesinar al periodista Javier Valdez salió de los carteles del narcotráfico que se disputan el control de las plazas en Sinaloa.
En un artículo publicado en el más reciente número de la versión impresa, su director Ismael Bojórquez rechazó sumarse a las especulaciones que desde el día del crimen se hicieron sobre una presunta autoría intelectual desde la política y expresó su convicción de que el origen del homicidio está en las organizaciones delictivas sobre las que Javier Valdez investigó a profundidad.
“Se especuló mucho sobre eso y hasta se conjeturó sobre posibles autores intelectuales ligados a la política. Y hubiera sido muy fácil decirlo, pero nos ha movido desde aquel maldito 15 de mayo el deseo, la exigencia y la esperanza de justicia, no sacar de la tragedia raja publicitaria, lo cual hubiera sido lo más fácil y cómodo para nosotros. ‘Fue el gobierno’. Y entonces sí, tal vez hubiéramos llenado plazas”, señaló Bojórquez.
Hizo una amplia exposición de la cruenta guerra que mantienen en Sinaloa los cárteles del Chapo Guzmán y Dámaso López Núñez, alias el “Licenciado”, una vez que sus respectivos herederos asumieron el mando. También narró como cambiaron sus métodos de intimidación hacia quienes representaran una amenaza para su actividad, por ejemplo, los periodistas. De los llamados a “bajarle de huevos”, pasaron al granadazo a las instalaciones de Riodoce en 2009 y de ahí al crimen artero.
Para Bojórquez tienen sentido los hallazgos que hasta el momento ha encontrado la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión de la PGR (FEADLE), a cargo de las indagatorias, en las que se identificó a Heriberto “N”, alias el “Koala” como uno de los autores materiales, quien según las declaraciones de los testigos protegidos está vinculado con una célula de los Dámaso, a quienes disgustaron los trabajos periodísticos de Valdez. El pago por asesinarlo fue una pistola plateada con las imágenes de los Dámaso en las cachas.
Bojorquez puntualizó que si bien aún faltan muchos detalles para esclarecer plenamente el crimen, todo parece indicar que las hipótesis apuntan hacia las que el semanario siempre tuvo sobre la autoría del homicidio; habrá que esperar la conclusión de las investigaciones para confirmarlo o no.
“En todo caso, pronto se pondrá a prueba la capacidad de la Fiscalía federal y en particular la de su titular, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, para armar y defender con éxito un expediente de esta envergadura. Ricardo tenía apenas una semana en el cargo cuando mataron a Javier y esta sería su primera gran prueba de fuego”, concluyó.
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