Como una respuesta a la campaña de la presidenta Claudia Sheinbaum y de Morena para calificar como “aristocracia” y “elite” a los juzgadores, estos mostraron que la gran mayoría provienen de las clases baja y media baja, lo que no se puede decir de los integrantes del Ejecutivo y del Congreso.
El domingo pasado, en un acto en Zacatecas, Sheinbaum invitó a los jóvenes abogados que se inscriban para participar en la elección de ministros, magistrados y jueces porque “entre todos y entre todas vamos a transformar el Poder Judicial, sobre todo, desde la base, desde el pueblo de México”.
Recordó uno de sus dichos: “Queremos muchos Benito Juárez en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; por eso luchamos durante tantos años, por la justicia. Y no hay antidemocracia, no hay autoritarismo, imagínense”.
Dijo que así como se elige presidenta y a los diputados por voto popular, así se hará con el Poder Judicial, y exclamó: “El primero de junio, que se oiga lejos, que se oiga fuerte: ¡el pueblo de México va a votar por jueces, magistrados, magistradas, ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación!”.
En respuesta a las afirmaciones de Sheinbaum y de Morena en su documento difundido el viernes para festejar la reforma judicial, con su discurso de que los juzgadores son una “elite”, una “aristocracia”, vinculados con la “oligarquía” y que la justicia “es de unos pocos”, este lunes hablaron los jueces.
En su conferencia matutina, los jueces dieron una severa respuesta a esos dichos de la presidenta y su partido, y les aclararon: el Poder Judicial ha sido colonizado por el pueblo, lo que hace falta tanto en los poderes Legislativo y Judicial.
Quien contestó más enfáticamente fue el magistrado Juan José Olvera López, quien destacó los orígenes populares de la gran mayoría de los jueces, por lo que dijo que el pueblo ha colonizado al Poder Judicial, pero que donde no está es en al Congreso de la Unión ni en el Poder Ejecutivo.
Así, dijo que mientras es fácil que mucha gente recuerde a muchos jueces en la escuela pública, “es francamente imposible que recuerden a una Sheinbaum, a un Harfuch, a un Ebrard en una escuela pública, y es imposible porque no estuvieron allí. Me parece que si vamos a hablar del pueblo en el servicio público, el pueblo está en el Poder Judicial de la Federación, y nosotros no lo representamos: somos parte de él”.
Sobre los dichos de Sheinbaum, Olvera López dijo que la presidenta “está mal informada, porque el pueblo de México ha colonizado el Poder Judicial de la Federación”, y para comprobarlo mencionó datos de un estudio socioeconómico de los jueces y magistrados federales en México, Legal Culture, Sociopolitical Origins and Professional Careers of Judges in Mexico, de Azul Aguiar Aguilar.
El magistrado mencionó algunos datos clave: que casi el 70 por ciento de los jueces de Distrito y magistrados de Circuito provienen de la clase baja y media baja. Además, la mitad de sus padres se dedican a oficios y a actividades en el campo, en las fábricas y el comercio irregular, mientras que más del 70 por ciento de sus madres son amas de casa. También la mitad de sus padres no pasaron de la escuela básica.
Otro dato importante mencionado por Olvera López: “Casi el 80 por ciento de las personas juzgadoras federales provenimos de la escuela pública, desde la primaria hasta la universidad, de acuerdo con este estudio”.
Así, afirmó que tres cuartas partes de los juzgadores estudiaron en instituciones públicas, mientras que apenas uno de cada cuatro proviene de escuelas privadas.
Consideró que eso refuta las ideas difundidas por el gobierno y el oficialismo: “La historia de los jueces es una historia que se genera como producto del esfuerzo y del mérito de las clases bajas de la sociedad mexicana. Esto es un dato fundamental, que derriba esta idea de que los jueces somos una elite, de que hay una aristocracia en el Poder Judicial de la Federación”.
Y remató: “La actividad judicial es altamente demandante, por jornadas y esfuerzos extraordinarios (…) Una persona que viene del esfuerzo está mejor preparada para poder enfrentar este tipo de requerimientos del servicio público. Difícilmente vamos a encontrar en las filas de jueces y magistrados hijos de empresarios, que, desde luego, cuando tienen interés en el servicio público, que también es vocacional, es más fácil encontrarlos en los congresos y en el Ejecutivo”.