En su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023, Reporteros Sin Fronteras (RSF) coloca a México en el sitio 128 entre 180 países, incluido entre los que considera en “situación difícil”. Además, indica que es el que registra más periodistas desaparecidos en el mundo.
En la más reciente edición de su clasificación, que presenta cada Día Mundial de la Libertad de Prensa, RSF ubicó a México en el lugar 128, lo que significa que bajó un lugar respecto a 2022. Además, es la primera vez desde 2018 en que desciende de lugar: en 2021 y 2020 había ocupado el 143, en 2019 el 144, y el 147 en 2018. Está entre los países que califica como en “situación difícil”, categoría que comparte con otros 41 países.
Las siguientes son las posiciones que la RSF otorgó a México en cada uno de los cinco indicadores que mide para elaborar su clasificación: político, 88; económico, 85; legislativo, 75; social, 142, y seguridad, 174. Respecto a 2022, en tres de ellos empeoró, especialmente en lo social, en el que descendió 21 posiciones, y en dos mejoró.
Otro aspecto relevante que señala RSF en el caso de México es que es el país en el que se cuentan más periodistas desaparecidos (28 en 20 años) del mundo.
Sobre México, RSF anota: “Año tras año, México se mantiene como uno de los países más peligrosos y mortíferos del mundo para los periodistas. El presidente Andrés Manuel López Obrador, en el poder desde 2018, no ha emprendido las reformas y acciones necesarias para frenar la espiral de violencia contra la prensa”.
Acerca del contexto político, la organización internacional enfatiza que López Obrador y otras figuras del Estado “han adoptado una retórica tan violenta como estigmatizante contra los periodistas, a los que acusan regularmente de apoyar a la oposición”. También menciona la sesión semanal de “Quién es quién en las mentiras”, sección de la conferencia de prensa presidencial en la que se procura desacreditar a la prensa.
Otros aspectos que resalta RSF de México son la concentración mediática, una de las mayores del mundo; que la censura se practica principalmente por amenazas y ataques directos, además de que, ante la difícil situación económica, los periodistas han tenido que diversificar sus fuentes de ingreso.
En materia de seguridad, RSF anota lo siguiente para el caso mexicano: “La connivencia entre las autoridades y el crimen organizado constituye una grave amenaza contra los periodistas y se hace sentir en cada eslabón del sistema judicial. Los profesionales que cubren temas sensibles relativos a la política o al crimen, especialmente a nivel local, padecen advertencias y amenazas, cuando no son simple y llanamente asesinados. Otros son secuestrados y no aparecen nunca más, u optan, para salvar la vida, por desplazarse fuera de sus zonas de origen o bien por huir al extranjero”.
La clasificación es encabezada por Noruega, seguido por Irlanda y Dinamarca, mientras que al final aparecen tres países asiáticos: Vietnam, China y Corea del Norte.
Este año RSF enfatiza los efectos de lo que llama la “industria del engaño”, las campañas de desinformación masiva y de propaganda en las que están implicados actores políticos.
“Capacidades de manipulación sin precedentes son utilizadas para debilitar a quienes encarnan el periodismo de calidad, al tiempo que debilitan el propio periodismo”, expresa RSF.
Un señalamiento preocupante que hace RSF sobre la situación de la libertad de prensa en el mundo es que en el 70 por ciento de los países hay condiciones adversas para ejercer el periodismo.