lunes 01 julio 2024

Madres buscadoras marchan al Zócalo; AMLO, enfiestado, les brinda vallas y policías

por etcétera

En el Día de las Madres, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador celebraba con música en su conferencia de prensa, las madres buscadoras, a las que se ha negado sistemáticamente a recibir y a alguna hasta la ha calumniado, salieron a reclamar que él y su gobierno cumplan con sus obligaciones para con las personas desaparecidas.

En su conferencia de prensa de este viernes, 10 de mayo, Día de las Madres, el tabasqueño felicitó a las madres porque “hay amor eterno para todas ellas: nuestro cariño, nuestro recuerdo. Y para las mamás que están con nosotros, mamás, abuelitas, a todas, muchas, muchas, muchas felicidades”. Y festejó con un mariachi y con un conjunto veracruzano.

El mandatario advirtió al principio de la sesión: “Nada de política, nada de preguntas y respuestas: es para las mamás”.

Pero muchas mamás lo que quieren no son mariachis jaliscienses ni sones veracruzanos: a López Obrador le exigen respuestas sobre sus hijos, a los que no han visto ni saben de ellos desde hace mucho tiempo. Si alguna contestación les ha dado, es una política para desaparecerlos: rasurar el listado de ellos. También difamar a una de ellas, a Ceci Flores, quien le dejó una pala de mando, la que el tabasqueño no ha querido asumir: su permanente y perpetua autocelebración y la difamación contra quien tiene la mínima discrepancia con él no se lo permiten.

Esas madres no festejan este 10 de mayo: es una fecha para salir a protestar ante la casi nula e ineficiente política del gobierno para hallar a sus familiares. La indolencia, la irresponsabilidad, el desprecio y la mendacidad del gobierno les ha costado la vida a varias de ellas.

Ellas se reúnen en varios puntos del país para manifestar su dolor, su indignación y su solidaridad; en la Ciudad de México es en el Monumento a la Madre, para marchar hacia el Zócalo, en donde el Palacio Nacional suele ser rodeado de vallas para mantenerse incólume, sordo y ciego frente a demandas sociales legítimas.

En consignas el mensaje es muy claro: “Señor presidente: nos abrió las puertas de Palacio y nos las cerró porque jamás nos volvió a recibir”, además de una clásica: “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos. Otra más, de temporada electoral: “Te cambio mi voto por mi hijo desaparecidos”. “Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta”, claman las mujeres a las afueras del edificio en el que López Obrador se solazaba momentos antes.

En carteles y mantas las progenitoras, en general ataviadas con camisetas blancas, muestran las imágenes de los rostros y los datos de sus familiares cuyo paradero se desconoce; algunas exigen memoria, verdad y justicia, las que han sido banderas de muchas izquierdas, muy distintas a la que hoy gobierna en México.

A su llegada al Zócalo, las manifestantes se topan con el paisaje al que ha acostumbrado López Obrador al pueblo: vallas metálicas (algunas de las cuales son utilizadas para poner cartulinas y mantas) y, detrás de ellas, cuando menos un par de nutridas filas de policías con cascos y escudos. Esto y su festejo en el interior es su contundente respuesta a las madres de personas desaparecidas.

Al micrófono, una de las madres, en silla de ruedas, afirma que quienes buscan a sus desaparecidos ya son una familia, y muestra las caras de dos hombres desaparecidos para su causa desde 2018: Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, y Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República. “No hacen su trabajo”, exclama.

Otra madre toma el micrófono para dirigirse al presidente: “Le traemos otros datos: esta es la realidad que vivimos las madres mexicanas. No tenemos este día, como las demás madres, para celebrar: nosotras no tenemos nada que celebrar. Y usted reconozca que nos falló: no nos ha cumplido. Exigimos nos ayuden a buscar a nuestros hijos. Quien quede en el gobierno, no nos interesa quién, lo que sí queremos es exigir nuestros derechos y exigir el derechos de nuestros hijos. Queremos ser escuchadas: ¡basta de tanto silencio!, ¡basta de tanta complicidad! Estamos indignadas, pero nuestro amor es más fuerte que todas las adversidades que hemos venido sufriendo. Usted ya se va: se va sin resolvernos, se va sin atendernos, se va sin escucharnos”.

“Sólo queremos saber dónde están nuestros hijos, no venimos a hacer desastres”, clama otra de las participantes en la manifestación al pie de las vallas metálicas. La respuesta es el silencio presidencial.

Al inicio de la noche del 10 de mayo de 2024, Día de las Madres, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas reporta 116 mil 304 personas que se encuentran en esa condición.

Del total de personas desaparecidas, no localizadas y localizadas desde el 31 de diciembre de 1952 hasta el 10 de mayo de 2024 (cerca de 72 años), 316 mil 878, durante el gobierno actual se han registrado 134 mil 47 casos, el 42 por ciento, en menos de seis años. De ese tamaño el problema, que sólo es superado por la indolencia y el desprecio de López Obrador.

También te puede interesar