El dictador Nicolás Maduro agradeció y felicitó a los presidentes Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva por su comunicado del jueves en el que, dijo, llamaron a que se respete a Venezuela y para detener a Estados Unidos por la elección presidencial. Mientras tanto, varios países desconocen el resultado oficial y Amnistía Internacional denuncia crímenes de lesa humanidad.
El jueves pasado los mandatarios de México, Colombia y Brasil publicaron un comunicado conjunto en el que se pronunciaron porque las autoridades electorales venezolanas “avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación”.
Llamaron a resolver las controversias por la vía institucional, a respetar la soberanía popular y llamaron a actores políticos y sociales a la “máxima cautela y contención en sus manifestaciones” para evitar una escalada de violencia y porque “mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarios en este momento”.
En cuanto el trío mencionado hizo su pronunciamiento ya iba un gran retraso en el conteo de la votación, así como al menos 770 inconformes apresados y 11 muertos por las protestas en un marco de represión ordenada por el dictador Maduro. Todo esto fue ignorado en el comunicado de los presidentes.
Posteriormente el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, manifestó que los datos electorales mostraban que el triunfador en la elección presidencial venezolana fue Edmundo González, por lo que ahora los partidos deberían iniciar conversaciones para una transición respetuosa y pacífica.
Blinken sí hizo críticas al proceder del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, cuyos procedimientos calificó de “profundamente defectuosos”, además de que denunció las amenazas de Maduro de apresar a González y a María Corina Machado, además de que llamó a la liberación de los venezolanos inconformes y a detener la violencia contra ellos.
A ello se refirió este viernes Maduro en conferencia de prensa, en la que se congratuló del comunicado de los tres presidentes mencionados, a quienes agradeció y hasta felicitó efusivamente, por si alguien dudaba de qué lado se han alineado aquellos.
“El presidente Lula, el presidente Petro y el presidente López Obrador están trabajando conjuntamente para que se respete a Venezuela, para que Estados Unidos no haga lo que está haciendo”, expresó el dictador.
Continuó sobre el texto: “Sacaron un comunicado muy bueno ayer, muy bueno. Felicito al presidente Petro, López Obrador y Lula, y les doy las gracias, por toda Venezuela les doy las gracias Lula, Petro, López Obrador”.
Confrontó el mensaje de esos mandatarios con el del secretario de Estado de Estados Unidos: “A las dos horas que se pronunciaron los presidentes de Brasil, Colombia y México fue la declaración de Blinken. Blinken lo que hizo fue responder el intento soberano de responder de estos tres países latinoamericanos de evitar daños a Venezuela. Por eso es que Blinken se desespera en un gesto inusual en la diplomacia estadounidense y sale a decir que ellos tienen los resultados. Lo que tiene es la trampa que trataron de imponer con la guerra cibernética el domingo. Eso es lo que tienen”.
Antes se había lanzado contra otros gobiernos latinoamericanos que han manifestado su repudio al fraude electoral en Venezuela y a los que acusó de fascismo: “Salen los gobiernos de derecha con las mismas palabras que salió Blinken porque no tienen ni la vergüenza de buscar su propio lenguaje para redactar los tuiter, para redactar los comunicados. Les mandan el formato redactado el Departamento de Estado, allá en la avenida Pensilvania de Washington, y ellos los emiten, les ponen la firma y los editan. ¡Qué vergüenza colonialista de Milei, Noboa y todo ese clan de peluches fascistas, los peluches nazis de América Latina!”.
También declaró que quienes están al frente de la desestabilización y de un golpe de Estado son el gobierno de Estados Unidos, Elon Musk y “la internacional fascista de Milei”.
Mientras Maduro manifestaba su satisfacción por el comunicado de López Obrador, Lula y Petro, varios gobiernos latinoamericanos desconocían los resultados anunciados por el CNE que le daban el triunfo: así fue con Argentina, Guatemala, Panamá, Uruguay, Costa Rica y Ecuador.
Por la noche, Edmundo González, en un mensaje en video, invitó a los opositores a enfrentar las arremetidas del gobierno de Maduro con “la esperanza, la concordia y la paz”.
“Estamos en momentos muy complicados, y podemos y debemos tener la serenidad para responder a esos ataques con la firmeza y la esperanza de un futuro mejor”, dijo González.
Además, la noche de este viernes la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ordenó al CNE entregarle en los siguientes tres días las actas de escrutinio de las mesas electorales y las actas de totalización definitiva.
Por su parte, Amnistía Internacional denunció que en los cuatro días posteriores a los comicios del pasado domingo el gobierno ha realizado detenciones arbitrarias masivas de manifestantes y que organizaciones no gubernamentales han reportado que unas 700 personas están siendo acusadas de “terrorismo”, incitación al odio y otros delitos discrecionales.
También señala que los apresados se encuentran incomunicados, sin asesoría jurídica y llevados a prisiones de máxima seguridad (como aseguró Maduro en un mitin el jueves). Debido a ello, la organización pide al fiscal que se garantice a los detenidos acceso a abogados de su elección y que se les garantice el debido proceso.
En su información, Amnistía Internacional consideró que la crisis de derechos humanos en Venezuela lleva 10 años, lo que ha conducido al país a una emergencia humanitaria que ha provocado que una cuarta parte de la población haya tenido que huir al extranjero.
La organización internacional indica que desde antes del periodo electoral ya había persecución, censura y un discurso amenazante, además de que tras los comicios se proclamó la victoria de Maduro pero no se publicaron los resultados oficiales. Eso llevó a la realización de manifestaciones masivas opositoras, ante las cuales el gobierno desató una política de represión a gran escala que ha incluido el uso de fuerza letal (la que ya ha provocado más de 10 muertos) y el allanamiento ilegal de viviendas, movilización de grupos armados favorable al gobierno y un discurso gubernamental estigmatizador.
También denuncia que antes de la jornada electoral hubo ataques al espacio cívico, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas, represalias contra empresas y comerciantes que prestan servicios a opositores.
Todo lo anterior, considera Amnistía Internacional, entra en los patrones de crímenes de lesa humanidad, por lo que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional podría iniciar una investigación y los responsables ser juzgados.