Luego de la respuesta formal que el canciller Marcelo Ebrard dio al semanario The Economist, el presidente Andrés Manuel López Obrador cambió totalmente el tono y dijo que la revista inglesa se porta como un pasquín y “hace el ridículo” al calificarlo del “falso mesías mexicano”.
“O sea, imagínense una portada como si fuese un cartel, una propaganda, muy ramplona, de pasquín, entonces no les ayuda… Sacan esta portada majadera, muy grosera, desde luego, mentirosa, llamándome ‘el falso Mesías’. Y todavía, con falta de ética, llaman a los mexicanos a que no voten por lo que nosotros podemos representar”.
Lo que para el presidente no fue evidente es que la portada justamente ironiza al presentarlo con elementos propios de la propaganda de famosas dictaduras, como la maoísta o la soviética del siglo pasado, pero rodeándolo de los dos factores que lo distinguen y le dan poder: el Ejército y Pemex.
En su conferencia de prensa de este 28 de mayo, el presidente la emprendió contra la prestigiada revista inglesa, tal como lo ha hecho con todos y cada uno de los medios que lo critican, nacionales o extranjeros. Esto, luego de la polémica portada y reportaje en que el semanario lo califica como un falso mesías, señala que está hambriento de poder y establece que los mexicanos deben frenarlo, ya que pone en riesgo la democracia.
“Esa revista, ¿qué es lo que hace?: el ridículo, y en el periodismo y en la política se puede hacer todo, pero procurar no hacer el ridículo”.
Y si en alguna ocasión dijo que algunos medios extranjeros lo critican porque en su gobierno ya no se “apapacha” a los corresponsales, esta vez dijo que con contenidos así, a The Economist “no lo van a leer ni en Londres”, puesto carece de credibilidad, hace el ridículo y muestra una completa falta de ética.
“Si de por sí los medios de información están atravesando por una severa crisis de credibilidad, esas revistas famosas están atravesando por una situación crítica, pero si no cambian su política editorial y no actúan con ética, pues no las van a leer ni en Londres”.
Y agregó que la revista “desconoce” que el pueblo de México es uno de los más politizados del mundo y aseguró que el contenido del reportaje falta al respeto a los ciudadanos mexicanos.
Como siempre hace, llevó el tema a la molestia que sienten los neoliberales hacia la transformación que según él está haciendo del país.
Justo eso señaló la carta que la noche del jueves envió el canciller Ebrard a la dirección editorial del semanario. En dicha carta los acusó de ser “insensibles” a la comunicación que el gobierno emite para dar a conocer el proyecto de nación de López Obrador.
Ebrard también dijo que este reportaje busca influir en el resultado de las elecciones del próximo 6 de junio.
Sin embargo, no se entiende que el presidente asegure al mismo tiempo que el reportaje no será leído “ni en Londres” y al mismo tiempo tema que su contenido influya en el voto de millones de mexicanos que no tienen acceso a dicha publicación.
Aún más, que su contenido motive dos respuestas de alto nivel: la de la cancillería y la del propio presidente.
En su editorial de este 28 de mayo en El Financiero, el analista Enrique Quintana interpreta que el reportaje no está pensando para la ciudadanía mexicana, sino para el presidente Joe Biden.
Dice que “la clave” del artículo se encuentra en el último párrafo que dice:
“Estados Unidos necesita poner atención. A Donald Trump no le interesó la democracia en México. El presidente Joe Biden debe dejar claro que a él sí. Pero, debe tener mucho tacto. Los mexicanos son comprensiblemente alérgicos respecto a las presiones de su gigantesco vecino. Pero, Estados Unidos no debe cerrar los ojos respecto al sigiloso autoritarismo de su patio trasero. De la misma manera que envía vacunas incondicionalmente, Biden debe enviar también discretas advertencias”.
Según Quintana, The Economist ni siquiera pensó en influir en los mexicanos, sino en el presidente de Estados Unidos, para que abra los ojos ante el autoritarismo de Andrés Manuel López Obrador, debido a que para Estados Unidos la cooperación mexicana es esencial para detener en algo los flujos migratorios provenientes de Centroamérica.