Por quinto día consecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que en realidad los resultados electorales no lo tienen “feliz, feliz, feliz”, ya que aseguró que en la Ciudad de México quienes votaron en contra de Morena fueron los conservadores clasistas y racistas, que “compraron las mentiras” del conservadurismo, como que “íbamos a reelegirnos”.
Desde que se supieron los resultados de las votaciones en la capital del país, en donde 10 alcaldías quedarán gobernadas por la oposición y solo 6 por Morena, el presidente no ha cesado de insultar a los capitalinos que no votaron por su partido.
La pérdida de alcaldías para Morena en la capital “se explica porque aquí es donde se recibió el mayor bombardeo de mentiras y muchos compraron esas mentiras, muchos”, dijo molesto.
En su conferencia de este viernes 11 de junio, dijo que el voto en contra de Morena en la CDMX fue producto del “bombardeo de mentiras” que hicieron los medios de comunicación comprados, y que los capitalinos de clase media y alta creyeron. En días pasados señaló que por eso Morena perdió las alcaldías de mayor poder adquisitivo y conservó donde viven “los humildes”.
Se congratuló de que esa estrategia “no les alcanzó” a los conservadores en el resto del país, pero sí en la capital, en donde la gente sí puede leer diversos medios de comunicación, como The Economist, que lo calificó de “falso mesías”.
“Y con esa manipulación en la capital de la República, que siempre había estado a la vanguardia, ahora hubo un avance hacia el conservadurismo. Por eso lo atribuyo a que sobre todo sectores de clase media fueron influenciados, se creyeron lo del populismo, el de que íbamos a reelegirnos, lo del mesías tropical, el mesías falso, etcétera”.
De nueva cuenta mencionó las llamadas telefónicas que sus adversarios hicieron a la gente para acusar a Morena de la tragedia de la Línea 12. Dijo que eso fue “guerra sucia”.
“No es correcto, pero ya que hablamos aquí de la guerra sucia en la ciudad, de cómo les hablaban los del partido conservador de que no votaran porque se había originado este lamentable accidente, la desgracia del Metro… Cómo utilizaron este lamentable accidente, esta desgracia con propósitos electorales, porque siempre han andado zopiloteando”.
Sin embargo, nada dijo de que él mismo violó prácticamente todos los días la veda electoral, difundiendo acciones de gobierno desde la mañanera, al tiempo que promotores de Morena amenazaron a miles de ciudadanos con que desaparecerían los programas sociales si este partido no ganaba.
A pesar de que, en efecto, miembros de su gabinete y de su movimiento están directamente relacionados con la tragedia del 3 de mayo, como Marcelo Ebrard, que fue quien ordenó la obra cuando fue jefe de gobierno, Claudia Sheinbaum, actual jefa de gobierno y Florencia Serranía, directora del Metro, para AMLO, el que relacionen a su partido con la tragedia es guerra sucia.
Esta semana incluso dijo que los “pobres” saben que tragedias como la de la Línea 12 “son cosas que pasan” y que ni en Tláhuac, donde ocurrió, negaron el apoyo electoral a su partido, porque la gente humilde sí quiere la transformación de México. En cambio, la clase media y clase alta, de las alcaldías donde perdió Morena, se deslizó hacia el conservadurismo.
Al respecto, este viernes dijo que “es muy interesante cómo la gente humilde, la gente pobre, sí internalizó bien el mensaje y por qué. Porque todo el mundo sabía de la corrupción que imperaba en México, pero de una u otra forma se aceptaba y se formaba parte, como es el caso de estos políticos corruptos o intelectuales, periodistas, eran parte del mismo régimen corrupto”.
Y admitió que gran parte del voto recibido para Morena es producto de los programas sociales.
“Quien lo percibió mejor pues fue la gente que nunca recibía nada, porque no eran tomados en cuenta, porque se les daba la espalda, y de repente empiezan a recibir dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, dinero de ellos y empiezan a darse cuenta de que otro México es posible”.
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