Entre el 2001 y el 2017, el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, su pareja y sus hijos crearon al menos 10 empresas y el propio Bartlett creó dos más antes del año 2000. Ninguna de estas 12 empresas fue mencionada en la declaración que, como funcionario público de este gobierno, presentó el ex priista ante la Secretaría de la Función Pública en enero de este año.
Esta información fue revelada por la periodista Areli Quintero, quien también dio a conocer hace unas semanas que Bartlett, su pareja Julia Abdala y sus dos hijos poseen en conjunto 25 propiedades, 23 casas y dos terrenos, que tienen un valor de 800 millones de pesos. Dichas propiedades tampoco fueron declaradas.
Las revelaciones indican tal magnitud de corrupción, que diversos actores políticos y usuarios de redes sociales ya piden la renuncia del colaborador del presidente López Obrador, quien lo defendió de manera inequívoca, diciendo que todo se trataba de un ataque político.
Una de dichas empresas, JAL Consultoría Estratégica, coincidentemente, “ofrece servicios relacionados con el sector que encabeza Bartlett”: servicios de fibra oscura y ahorro de energía. Esta empresa fue creada en el 2008, cuando él era senador y pertenecía a la Comisión de Energía.
El reportaje difundido este martes en el programa Así las cosas de Carlos Loret de Mola señala que “entre los años 2001 a 2017, mientras Bartlett fue dos veces senador, él y su familia crearon al menos diez empresas. Cinco están a nombre de su pareja desde hace dos décadas, Julia Elena Abdala Lemus, y otras cinco están a nombre de su hijo, León Manuel Bartlett Álvarez”.
“A estas diez empresas se suman otras dos, registradas antes del año 2000, que permanecen vigentes en el Registro Público de Comercio de la Secretaría de Economía. En estas dos empresas, el propio Bartlett es socio directamente. Con nombre y apellido”.
Ninguna de estas doce empresas están declaradas, a pesar del posible conflicto de interés que puede derivarse.
La investigación revela que Julia Abdala, a cuyo nombre están la mayor parte de las propiedades y cinco de las empresas, no tenía ningún patrimonio antes de que fuera pareja de Bartlett. Era periodista. Sin embargo, defensores del actual gobierno han argumentado que ella es miembro de las “élites” de Puebla y que ese es el origen de su fortuna.
En el 2008, informa la periodista, Abdala crea la empresa JAL Consultoría Especializada (en su sitio web se llama Consultoría Estratégica) que obtuvo un contrato de 2 millones 700 mil pesos con el Fondo de Cultura Económica. Era el sexenio de Felipe Calderón y el FCE lo dirigía Consuelo Sáizar.
En dicha licitación participaron tres empresas. Una de Julia Abdala y las otras dos… de su sobrina, Paulina Abdala, “hermana del actual superdelegado del gobierno federal en Puebla, Rodrigo Abdala”.
El mismo año, 2008, la pareja de Bartlett crea la empresa Digilogics S. A de C. V y toma como colaborador a José Juan Janeiro Rodríguez, señalado de haber urdido el “esquema de empresas fantasma con las que Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, desviaría miles de millones de pesos del erario estatal”.
“La alianza entre Julia Abdala y Janeiro también quedó de manifiesto en la casona ubicada en Lord Byron número 28, en Polanco de la Ciudad de México. Como se reveló en el reportaje Bartlett Bienes Raíces, esta casa es propiedad de Julia Abdala. Y ahí estaba el despacho de Janeiro, que fue cateado por la PGR en 2016”.
La investigación periodística, sustentada en documentos públicos, también involucra a León Bartlett, hijo del funcionario, quien de 2007 a la fecha ha creado al menos cinco empresas.
Una de ellas, Cyber Robotic Solutions, consiguió alrededor de 800 millones en contratos para la venta de equipo médico al ISSSTE y a hospitales de la Secretaria de Salud. Su momento más boyante fue cuando el director del ISSSTE era el priista José Reyes Baeza, ex gobernador de Chihuahua”.
Pero va más allá: “Esta misma empresa ya obtuvo un contrato con la administración del presidente López Obrador. Lo consiguió a través de una adjudicación directa de la Secretaría de la Defensa Nacional, el 12 de marzo del 2019. Fue de 2 millones 209 mil pesos para el “mantenimiento preventivo y correctivo” del sistema Da Vinci, un robot utilizado para cirugías”.
Tras esta información, lo que procede es que el director de la CFE presente su renuncia y la SFP fortalezca la “investigación” que realiza al respecto, misma que fue iniciada tras muchos días de presión de la opinión pública.
La propia titular de la SFP descalificó la información, llamándola meros “dichos”, actitud muy distinta a la que ha tomado ante adversarios del presidente López Obrador, como por ejemplo, Rosario Robles, quien está presa y fue inhabilitada por 10 años para el servicio público.