viernes 15 noviembre 2024

Marx Arriaga, de la SEP: Covid derrotó a la fe y sana distancia aumentará racismo y clasismo

por etcétera

En una conferencia para docentes, Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y responsable del rediseño de los libros de texto gratuitos, desde la fe cristiana se lanzó contra medidas preventivas contra Covid-19 que ha implementado el gobierno federal, y también dijo que aumentarán el clasismo y el racismo.

El pasado miércoles, en la conferencia titulada “Formación de docentes lectores en la escuela normal”, que dictó a los miembros de la comunidad de la Escuela Normal de San Felipe del Progreso, el funcionario se refirió a la lectura y a la educación en el marco de la pandemia de Covid-19 y hasta más allá, al periodo de la pospandemia, y aprovechó para atacar medidas sanitarias gubernamentales como el “Quédate en casa” y “Susana Distancia”.

Buena parte de su intervención estuvo dedicada a denunciar los hábitos generados por el capitalismo, especialmente lo que denominó “la explosión de los modelos de consumo” de las últimas décadas. Sobre ello dijo, por ejemplo, que se nos ha vendido “un estilo de vida intenso, en donde se busca lo nuevo, lo estimulante, pasar por alto lo que ya existe, convertirte en un ser automatizado que repite acciones y que consume productos sin cuestionar algo sobre su entorno”.

Afirmó que tras la pandemia, ese sistema sigue “con mayor ímpetu”, pero con “menos escrúpulos ante los abusos sociales”. Y lamentó que en el confinamiento provocado por la pandemia los gobiernos de los estados no hubieran aprovechado para llamar al ciudadano para que reflexionara sobre los problemas sociales; sin embargo, alabó el decálogo que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó para enfrentar la Covid-19. Y a esta parte de su discurso Arriaga Navarro prácticamente le dio el tono de sermón.

Recordó lo dicho por López Obrador en su primer decálogo para salir del coronavirus el 13 de junio de 2020: “No nos dejemos envolver por lo material; alejémonos del consumismo. La felicidad no reside en la acumulación de bienes materiales, ni se consigue con lujos, extravagancias o frivolidades. Sólo siendo buenos podemos ser felices”.

Eso a Arriaga le pareció “un documento sorprendente por la crisis humana que vivimos”, y continuó citándolo en tono parroquial. Más adelante, para seguir con sus expresiones religiosas, añadió que el sistema capitalista “satanizó” el documento de López Obrador.

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La ideología de la salud

Inspirado en la palabra de López Obrador, inició su ataque contra las campañas implementadas por el gobierno federal para impulsar medidas sanitarias contra la Covid-19: “Quédate en casa”, por la que el gobierno federal invitó a la población a mantenerse en su hogar y no salir durante el semáforo en rojo (anunciada por Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud) y “Susana Distancia”, ambos presentadas en marzo de 2020.

Acerca del primero, Arriaga Navarro dijo que “Quédate en casa” es una imposición para esperar, no para cuestionar el sistema o que se investigue en lecturas. Y dijo, con todas sus letras: “El virus ha derrotado a la fe”.

Para seguir con su discurso prácticamente religioso, reprochó que se les esté brindando tanta atención a los virólogos y a su discurso, y afirmó: “La narrativa de la resurrección, de la compasión y la conmiseración quedan totalmente desbancadas por la ideología de la salud y de la supervivencia. Todos olvidaron las imágenes de san Francisco abrazando leprosos o, refiriendo tiempos modernos, a santo Giuseppe Moscati, médico italiano que en el siglo XIX se entregó sin miedo al rescate de los enfermos, o a santa María Bertila Moscardín y su trabajo con tuberculosos en el siglo XX (…) Pudiera pasar horas recordando figuras de santos que, frente a pandemias o enfermedades de mayor violencia, guerras, hambres, se entregaron a su fe y a la compasión de un pueblo que sufría, tomando como base el concepto de la misericordia”.

Así, según el funcionario de la SEP, la pandemia está poniendo de manifiesto que vivimos en la sociedad de la supervivencia: “Sobrevivir lo es todo, como si nos halláramos en un estado de guerra permanente”.

Incluso se fue contra los curas, a quienes recriminó practicar las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades: “Sorprendentemente, hasta los sacerdotes practican la distancia social y llevan mascarillas protectoras. Sacrifican completamente la fe a la supervivencia”.

Y el responsable del rediseño de los libros de texto gratuitos trajo a cuento otra virtud teologal: “La caridad: ¿cuál caridad? La caridad se expresa guardando la distancia. De allí que señale que el Covid-19 derrocó a la fe. Hoy el ciudadano exige a sus autoridades la certeza de la salud, no se conforma con creer que todo estará bien con tener fe: quiere pruebas que aquello será así. Exigen garantías de salud y vida, a la misma medida de su nivel socioeconómico. Así es como el coronavirus ha derrotado a la fe”.

Después de denunciar, con base en virtudes teologales y en ejemplos de vidas de santos, Arriaga Navarro se lanzó contra los programas desde una presunta visión social: “De una manera imperceptible, la distancia social acabará dejando sus huellas: esto que llaman ‘Susana Distancia’, y que es la prueba tangible de que la distancia entre la salud y el nivel socioeconómico, ya se convirtió en un acto de distinción social. Sólo los ricos se pueden permitir la distancia social: se retiran a sus casas de campo, a sus mansiones de cientos de metros, mientras que los pobres deben viajar al trabajo desde los barrios populares en los camiones y vagones del Metro, todos repletos y con una distancia medida en centímetros. La mirada de los ricos se enfoca en ellos y los juzga como irresponsables. Esa mirada impositiva que ordena: ‘¡Quédate en casa! ¡Quédate en casa o asume las consecuencias! ¡Quédate en casa, obedéceme!” (aquí cabe recordar que cuando López-Gatell presentó la medida, el 28 de marzo de 2020, la nombró y enfatizó en tres ocasiones consecutivas).

Y cerró el tema al decir que “el ambiente de diferencia socioeconómica reflejado en Susana Distancia dejará una huella en la sociedad que provocará un ambiente racista y clasista mayor del que ya vivíamos”.

Sinodal

Apenas en marzo pasado Arriaga Navarro, doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, tuvo otros escándalos: por ejemplo, fue exhibido un video en el que, en un acto público, se le escucha decir a las mujeres que, para emanciparse de la opresión y cambiar el sistema machista, “no esperen que su libertad llegue como un regalo. Por favor, lean aquellos libros; ahí está descrito el camino para su revolución”.

Ingresó al servicio público con la presidencia de López Obrador, cuando se convirtió en director general de Bibliotecas Públicas, donde de inmediato se hizo un escándalo por la intempestiva salida de Daniel Goldin de la dirección de la Biblioteca Vasconcelos.

En febrero de 2020 Arriaga Navarro pasó a la SEP para hacerse cargo de la Dirección de Materiales Educativos, donde volvió a encender la mecha al hacer una convocatoria para el rediseño de los libros de texto gratuitos: el trabajo de los ilustradores no sería remunerado, sino que sólo se les extendería una constancia por su colaboración.

Entre lo más destacado de su trayectoria está haber sido sinodal de la tesis de doctorado de Beatriz Gutiérrez Müller.

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