Sólo durante abril, 555 mil 247 mexicanos perdieron su empleo formal, según dio a conocer este martes el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS).
Se trata de una histórica reducción de fuentes de trabajo como consecuencia de la crisis mundial por el coronavirus. Al medio millón de empleos perdidos (66% permanentes y 34% eventuales) hay que sumar los 130 mil 593 empleos perdidos en marzo, cuando apenas iniciaron las medidas de confinamiento por la pandemia.
“Con lo anterior, la disminución del empleo en el primer cuatrimestre de 2020 es de 493 mil 746 puestos, de los cuales, el 67.2% corresponde a empleos permanentes”, señala la institución.
El pasado sábado 9 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya había dejado entrever las cifras que hoy confirma el instituto Mexicano del Seguro Social. En un mensaje transmitido en sus redes sociales indicó que en abril se habían perdido medio millón de empleos formales, aunque “la verdad es que pensaba que íbamos a caer más”.
Desde el inicio de la pandemia en México, incluso antes de que el gobierno federal decretara la Jornada Nacional de Sana Distancia, distintos grupos empresariales, incluso pequeños empresarios, han solicitado al presidente mayores apoyos económicos. Sin embargo, el gobierno federal sólo ha respondido con pequeños créditos como el “crédito a la palabra” por 25 mil pesos a empresarios que ya estuvieran registrados en el padrón de Bienestar. Lo anterior, a pesar de que las pequeñas y medianas empresas generan alrededor del 72% del empleo formal en el país.
Según cifras dadas a conocer el pasado viernes por la secretaria de Economía, Graciela Márquez, con base en datos del INEGI del último trimestre de 2019, el número total de empresas que hay en México son 12 millones 315 mil 447.
De ese total, 98% son microempresas, es decir, 12 millones 69 mil 138. Sin embargo, según dijo la propia secretaria de Economía, sólo se estarían beneficiando a un millón de microempresarios con su “crédito a la palabra”.
En esa misma conferencia, López Obrador descartó otra de las propuestas del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de elevar la deuda pública en un rango de entre 0.5 y 5% del PIB para enfrentar la crisis por el Covid-19.
“Con todo respeto, nosotros no vamos a continuar con más de lo mismo, no van a haber rescates para potentados. Si hay una quiebra de una empresa, pues que sea el empresario el que asuma la responsabilidad o los socios o los accionistas, porque el Estado tiene que proteger a todos y no actuar otorgando privilegios para nadie”, respondió el mandatario.
Asimismo argumentó que es una gran injusticia,incluso una “inmoralidad” que el Estado rescate a empresas o a instituciones financieras en quiebra.