Alberto Pérez Dayán, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amagado por el gobierno y por Morena, afirmó que debe alejarse al Poder Judicial de la política, que no son afines la militancia y la judicatura, y defendió su fundamento democrático.
Durante el acto conmemorativo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, realizado en el Teatro de la República, en Querétaro, al que acudió Luisa María Alcalde en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, Pérez Dayán trazó una frontera entre la judicatura y la política.
“La esencia misma de las magistraturas es muy distinta de la función social que ejerce el representante político. Hay que alejar al Poder Judicial de la política y no arrojarlo al fondo de ella para que no resulte en un juego de las pasiones. Agrego yo: militancia y judicatura no son afines”, expresó el ministro, quien acudió en representación de Norma Piña Hernández, ministra presidenta de la SCJN.
Ante el asalto populista contra la Suprema Corte, el ministro, quien la semana pasada echó abajo la reforma eléctrica con su voto de calidad, aclaró que los tres Poderes de la Unión y sus integrantes, cualquiera que sea su origen, “son democráticos al surgir, precisamente, del propio estamento constitucional. Aquí ninguno es más democrático que el otro”.
Además, contra el señalamiento recurrente de que un puñado de ministros han revocado decisiones de legisladores elector por voto popular, remarcó que es la Constitución la que dio a la SCJN “las facultades suficientes para invalidar cualquier acto que no la respete, independientemente de la fuente de la que provenga, electa o no electa, sin distinción alguna”.
“Hacer cumplir la ley es uno de los actos democráticos más genuinos del servicio público. Defender a la Constitución es defender al pueblo mismo, aunque no siempre se quiera atender así. Duele escucharlo, lo sé, pero más doloroso sería dejarlo pasar”, ejfatizó.
Dijo que el Poder Judicial de la Federación “entiende que por encima de la Constitución no hay poder alguno, nada ni nadie. No permitamos que esto se olvide o se confunda”.
También enfocó sus baterías en una de las propuestas de López Obrador y de Morena: la elección, por voto popular, de los ministros de la SCJN, ya que este cargo no es de representación.
Aclaró: “El magistrado no es igual al diputado o al senador; el magistrado es radicalmente distinto. Él no va en el ejercicio de sus funciones a representar a la opinión pública, no va a representar a nadie, no lleva el criterio del elector: lleva el suyo propio. Simplemente se le nombra como persona en la cual se cree que se reúnen ciertos requisitos indispensables para llenar una función social”.
Insistió en la diferencia entre el representante popular y un magistrado, ya que este tiene que actuar incluso contra la opinión de los electores, ya que se trata de una tarea muy distinta de la función social del representante político.
