La desarticulación de la oposición ante Morena y al tiempo, los errores y pifias cometidas por el gobierno federal han colocado a México en un escenario político-electoral polarizado, que combina una baja aprobación al presidente al tiempo de un mayoritario rechazo electoral hacia la oposición.
De acuerdo con la más reciente encuesta de El Financiero, la aprobación a la gestión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador apenas llega al 50% y su desaprobación alcanza el 48%.
Sin embargo, ese mismo 50% es lo que tiene Morena como intención de voto rumbo a las presidenciales de 2024, en tanto que la alianza Va por México apenas alcanza 37% durante febrero.
El diario enfatiza que la intención de voto de la alianza era de 39% en enero, lo que indica que va retrocediendo. En tanto, Morena creció, puesto que en enero tenía 49% de intención de voto y en febrero subió a 50%.
Es decir, con todo y poco menos de la mitad de la población reprueba a AMLO, ese porcentaje no se ve reflejado de igual manera en la intención de voto a un frente opositor, señal que la alianza del PRI, PAN y PRD no logra convencer a un sector importante que, al menos, llevaría a una elección dividida.
En tanto, Movimiento Ciudadano, que se ha negado reiteradamente a sumarse a la oposición, tiene apenas un 9% de intención de voto.
Se recordará que ayer este partido anunció que no competiría en las elecciones del Estado de México y Coahuila, ya que se concentrarían en ganar la presidencia. Pero esto parece sumamente lejano.
Así, el resultado efectivo de la postura de MC es restar votos a un candidato de unidad, facilitando el triunfo de Morena y, convenientemente, conservando su registro, así como obteniendo, previsiblemente, algunas curules.
Según el análisis del director de etcétera, Marco Levario Turcott, para el 2024 “se perfila una elección polarizada con dos variables: 1) una oposición desarticulada sin un serio candidato y 2) un árbitro electoral capturado por el gobierno”.
Lo anterior, porque mientras Morena ha catapultado la imagen de Claudia Sheinbaum desde hace 19 meses (en julio de 2021) la alianza Va por México no tiene liderazgos visibles, ha sufrido grave descrédito por diversos escándalos (los audios de Alito Moreno y la sentencia de Genaro García Luna) y no presenta un frente unido ante la percepción del electorado.
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