La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) es la institución que está bajo investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por presunto lavado de dinero, así lo revelaron hoy el periodista Carlos Loret de Mola y el portal de noticias La Silla Rota.
En su programa radiofónico y a través de redes sociales Loret de Mola indicó que fuentes de la UIF dieron a conocer que se detectaron movimientos irregulares en distintas cuentas de la universidad hidalguenses cuya operación y administración ha estado por años a cargo del llamado “grupo universidad” liderado por el político Gerardo Sosa Castelán ex diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Sosa Castelán encabeza ese grupo político desde los años 80 del siglo pasado, cuando al encabezar la extinta Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH) logró imponer como rector de la UAEH a Juan Alberto Flores Álvarez, uno de sus incondicionales, y a partir de ahí negociar o imponer posiciones políticas en los gobiernos estatales en turno, como diputaciones, regidurías, alcaldías y promoverse a sí mismo para ser diputado federal en dos ocasiones.
Sosa Castelán, posteriormente Rector de la propia UAEH, es señalado por promover alianzas políticas en distintos momentos con partidos como el PAN, PANAL, Movimiento Ciudadano y más recientemente con Morena.
De esa alianza con Morena, surgieron candidatos cuyas campañas fueron financiadas por los recursos de la UAEH, quienes a la postre arrojaron como diputados locales de la 64 legislatura local, la actual, ganando todos sus distritos gracias al “efecto AMLO”, que les permitió arrasar y ser ahora mayoría en el congreso.
Esa mayoría permitió que en el presupuesto de egresos de Hidalgo para este año, el presupuesto autorizado para la UAEH incrementara en 200 millones de pesos adicionales a los 617 que ejerció el año 2018, que junto con las participaciones federales asignadas a la institución, superó los mil millones de pesos, cifra más del doble que su máximo histórico asignado.
Con 20 votos a favor –18 de la bancada morenista, incluidos los parlamentarios afines al Grupo Universidad, que encabeza Ricardo Baptista González, polémico ex alcalde de Tula que ha transitado también por distintos partidos, incluido el PRD– se aprobó el presupuesto para los próximos meses, que atiende la petición del rector de la UAEH, Adolfo Pontigo Loyola, de otorgar 200 millones de pesos más a la casa de estudios, que en los 12 meses previos ejerció 617 millones 254 mil 965 pesos.
Baptista González, coordinador de Morena y presidente de la junta de gobierno del congreso local, es señalado también de promover una “bolsa” de más de 700 millones de pesos para gestionar obra pública para toda su bancada, los llamados “moches”, aún en contra de las declaraciones del presidente de la República en el sentido de terminar con esa práctica que se presta a la corrupción.
Cabe recordar que el pasado 22 de febrero la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reveló la investigación que estaba en marcha sin dar a conocer el nombre de la institución, detallando solamente que recibió un reporte proveniente del sistema financiero en el que se alertó de movimientos inusuales en diferentes cuentas bancarias a nombre de una universidad estatal.
Entre los movimientos que se alertaron estuvo la realización de depósitos y transferencias internacionales provenientes de más de 22 países entre los que destacan Suiza, España, Reino Unido, entre otros.
Además, la UIF aseguró de los movimientos más relevantes, se detectó que el centro educativo recibió alrededor de 150 millones de dólares provenientes de cuentas bancarias ubicadas en Suiza
“Por los anteriores hechos, la UIF procedió en forma inmediata a realizar un procedimiento de bloqueo de las cuentas bancarias de la universidad en mención y ha atendido la petición de una agencia internacional que ha solicitado colaboración al respecto”, precisó Hacienda.
El pasado sábado 23 de febrero, Gerardo Sosa Cravioto, hijo de Sosa Castelán, resultó muerto en un ataque a balazos en el municipio de Acaxochitlán, de donde son originarios, cuando salía de su rancho y fábrica de sidra que operan en la región.