Durante el informe que ayer presentó la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el diputado Porfirio Muñoz Ledo solicitó la palabra y mostrar un video acerca de los migrantes en la frontera sur del país.
Entonces Mónica Fernández, senadora de Morena y presidenta de la Comisión, alegó que en el formato aprobado no habría intervenciones distintas a las acordadas ni intervenciones para rectificación de hechos. Sin embargo, consultó con la asamblea si se le concedía la palabra al veterano político.
En la votación, la mayoría de Morena se impuso y se opuso a concederle la palabra a Muñoz Ledo, quien, mientras se escuchaban gritos de “¡Que hable!”, declaró de forma estentórea: “¡No somos un partido de Estado!” y alegó que había hablado con la presidenta de la CNDH y dijo que estaba de acuerdo porque quería conocer los hechos en la pantalla.
Fernández respondió: “La presidenta de la CNDH no manda en esta Comisión Permanente”, y le concedió la palabra a Piedra Ibarra para su segunda intervención.
En su cuenta de Twitter, Muñoz Ledo difundió un video y una fotografía en las que se pueden apreciar el actuar de la Guardia Nacional contra los migrantes hondureños. Tuiteó: “Apropósito del debate sobre la migración, juzga tu mismo esta evidencia que circula en redes sociales”.
Posteriormente, Muñoz Ledo (quien provocara un escándalo al pretender interpelar en 1988 al entonces presidente Miguel de la Madrid en su último informe de gobierno) comentó: “Yo no sé de dónde llegó la instrucción. Fue muy doloroso ver a mis amigos votando muy agresivamente. Lo que hubo aquí fue miedo a la verdad, clausura del pensamiento. Lo que hubo aquí fue cerrazón y miedo a la verdad”.
Sobre las imágenes que pretendía mostrar a la presidenta de la CNDH dijo: “Vean el video. Véanlo, está en mi Twitter. Fue una golpiza monumental; ahí están los llantos de la gente, cómo arrollan a los niños”.
Aclaró a los miembros de su partido: “No era una ofensa a mis compañeros; era una prueba de una violación de derechos humanos enfrente de la comisionada. No lo entendieron; creyeron que yo estaba agrediendo al gobierno. Me dio mucha pena, fue muy doloroso”.
Remató: “Voy a pensar cuál va a ser la relación en el futuro”.
En declaraciones a El Sol de México, el legislador reclamó que la CNDH debe actuar ante la violación de las garantías individuales de los migrantes centroamericanos. Y agregó sobre la actuación de sus correligionarios: “Y ahora me ataca mi propio partido”.
Mientras tanto, pese a que, por ejemplo, el senador Juan Zepeda le cuestionó al respecto, así como también los reporteros al final del acto, Piedra Ibarra evadió en todo momento hablar de la actuación de la Guardia Nacional en la frontera sur. Prefirió presumir de su “independencia” de los gobiernos y de los poderes fácticos.
En la noche de ayer, quien fue presidente de los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática concedió una entrevista a El Universal, en la que propone un debate, “a puerta cerrada o abierta”, sobre Estados Unidos y la política de migración. Incluso solicita audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fustigó a sus compañeros de partido que le negaron ayer el uso de la palabra frente a la titular de la CNDH: “Se comportaron todos como criados y criadas. Fue denigrante; me decepcionaron profundamente. Viven en el pánico. Todos votaron en contra de mí mecánicamente. Es increíble”.
En la misma conversación comentó que lo ocurrido “me hace pensar fundadamente que no somos un partido democrático. ¿A qué le temen?”.
Recordó su salida del PRI hace más de tres décadas, y dijo a El Universal que cree en un partido democrático, por lo que si Morena no lo es, él no sale sino que “Morena sale de mi corazón, de mi ilusión, y eso me da una pena inmensa”.
Apenas el pasado 10 de enero, Muñoz Ledo tuiteó lo siguiente sobre el régimen postulado por Morena: “Recibí esta definición de la 4T que me parece básicamente acertada, por lo que me permito compartirla: ‘La 4T es el rescate de las prácticas y valores republicanos, mediante la primacía de la justicia, la revolución de las conciencias y la transformación de las instituciones’”.