A decir de Jaime Rodríguez Calderón, las encuestas no deben tomarse tan en serio porque sólo son fotografías de un momento, además de que las empresas que las realizan están al servicio de los grandes partidos que tienen recursos para pagarlas.
El candidato independiente a la Presidencia de la República expresó lo anterior durante una entrevista en el programa Tercer Grado, bajo la conducción de Leopoldo Gómez y con la participación de Carlos Loret de Mola, René Delgado, Denise Maerker, Joaquín López-Dóriga, Raymundo Riva Palacio y Leo Zuckermann.
Rodríguez Calderón, popularmente conocido como el “Bronco”, dijo no estar preocupado por ocupar el último sitio en estas mediciones, ya que algo similar sucedía cuando contendió por la gubernatura de Nuevo León y al final el resultado fue muy distinto de lo que la gran mayoría de estos ejercicios pronosticaban. Aseguró que ni aun cuando algunas encuestas lo colocaron a la delantera en la última parte de la campaña, creyó en ellas. Para él, estos sondeos no son representativos y no reflejan el sentir de la mayoría de la gente.
Desde su punto de vista, los medios de comunicación difunden mentiras porque han estado acostumbrados a vivir de los recursos públicos que les pagan los gobiernos, y cómo él decidió romper con ese esquema, considera que por eso lo “atacan” tratando de minimizar los logros que, dice, ha tenido su gobierno y magnificando sólo lo malo. Asimismo cuestionó a sus entrevistadores por querer “sentirse dueños de la verdad”, respecto a la percepción ciudadana sobre su gestión. Por ello, dice, él se informa en las redes sociales y no en los medios.
Sostuvo que Nuevo León en el estado más seguro del país, comparado con otras de las entidades más pobladas como la Ciudad de México, Jalisco, Estado de México, Puebla o Veracruz. Si bien reconoció un aumento en los delitos del fuero común, no ha permanecido pasivo para resolverlo y está en marcha un programa para capacitar mejor a la policía. Acerca de los hechos violentos en los penales, acusó falta de voluntad de la federación para hacer una reforma penitenciara de fondo que permita que erradicar los grupos de poder en los reclusorios.
Rodríguez Calderón defendió su propuesta de “cortar manos” a quien se le compruebe que incurrió en actos de corrupción. A la pregunta de si le aplicaría tal medida al actual presidente de la República, respondió “a quien sea” si un juez lo encuentra culpable. Asimismo se pronunció por reinstaurar la pena de muerte para ciertos delitos como el secuestro de niños, feminicidios extremadamente violentos o asesinatos masivos. Según el candidato, está convencido de que medidas de este tipo sí ayudarían a inhibir las conductas ilícitas.
El “Bronco” tuvo un altercado con Joaquín López-Dóriga quien calificó como una ocurrencia su propuesta de “mochar manos”, a lo que respondió “ocurrencias has tenido tú por muchos años y nadie te las ha cuestionado”. El periodista le pidió respeto y el candidato le reviró: “No seas sentido”. Insistió en que con una reforma legal de por medio, su propuesta se aplicaría.
También se puso a la defensiva cuando René Delgado le planteó que tenía la impresión de que era “un candidato del gobierno” porque no ha tenido una actitud crítica hacia el desempeño de Enrique Peña Nieto. El candidato le dijo “yo podría decirte tengo la impresión de que eres un periodista palero”, tras lo cual adujo que no es válido que los medios se basen en supuestos o conjeturas. Sostuvo que ha demostrado con hechos ser opositor de “la partidocracia” y respecto a Peña Nieto, lo respeta por ser el Presidente, pero no tiene por qué atacarlo sin motivo.
Otro episodio se dio con Leo Zuckermann cuando éste lo comparó con López Obrador en su discurso de descalificar al INE cuando toma decisiones que no les favorecen. Rodríguez Calderón le reprochó diferencias en el trato con respecto a su contrincante con quien se mostró “suavecito”. Al planteamiento respondió que su crítica al INE es por estar al servicio de los partidos y poner tantos obstáculos a los independientes, no a la institución en sí misma.
Lamentó que Margarita Zavala se haya retirado y aseguró que él no hará lo mismo porque una competencia es para mantenerse en ella hasta el final. Aseguró que aun cuando está convencido de que Andrés Manuel López Obrador es la peor opción para el país, no está en sus planes declinar en favor de otro de los candidatos con tal de que el tabasqueño no gane la Presidencia. Además, dijo, él no manda en la voluntad de quienes ahora lo apoyan.
Respecto a López Obrador consideró que un gobierno encabezado por él sería un retroceso en varios sentidos coo el económico y educativo, donde su contrincante está promoviendo fórmulas asistencialistas y clientelares que ya probaron su ineficacia en el pasado.
Por último, acerca del equipo de trabajo que tendría en caso de ganar la elección, dijo tener algunos nombres pero se rehusó a darlos a conocer y consideró que lo importante ahora es concentrarse en la campaña. Tampoco descartó la posibilidad de que en su gabinete haya gente con filiación partidista, siempre y cuando sea honesta, eficaz y sea conocedora del ramo en el que se le nombraría.
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