La empresa Pemex, dirigida por Octavio Romero Oropeza, ha ocultado un derrame masivo de petróleo en la Sonda de Campeche iniciado el 4 de julio y que no ha sido detenido. El derrame ya abarca mil kilómetros cuadrados.
De acuerdo con información de expertos el derrame se encuentra cerca de la plataforma de gas Nohoch-A, que registró un grave incendio el pasado 7 de julio.
El geógrafo Guillermo Tamburini reveló ayer imágenes satelitales durante una conferencia de prensa virtual. En ellas se observa, según explicó, que para el 12 de julio la mancha de crudo medía 400 kms y que ya para el 17 de julio llegaba a los mil kilómetros.
El experto aclaró que se trata de una estimación, pero que “podría ser considerablemente mayor”.
De parte de Greenpeace, Pablo Ramírez dijo que Pemex se ha mostrado completamente opaco con respecto a este siniestro. “La completa opacidad con la que se ha manejado este derrame resulta preocupante frente a la posibilidad de que sea una muestra de otros incidentes similares”.
Aseguró que en la zona ha habido muchos derrames de los que Pemex nunca informa y de los que los especialistas se enteran solo mediante imágenes satelitales.
De acuerdo con la información oficial disponible, que no se encuentra actualizada, durante este sexenio los derrames petroleros se han incrementado notablemente, pues de 550 que hubo en 2018, se registraron 850 en 2021.
Posteriormente, en comunicado de prensa, las agrupaciones denunciantes señalaron que “a pesar de la considerable extensión del derrame, que al 12 de julio se extendía aproximadamente 400 kilómetros cuadrados —más del doble del área que ocupa la ciudad de Guadalajara—, las autoridades no han dado aviso alguno sobre las causas y consecuencias del mismo”.
“En los últimos dos años se ha registrado un aumento del 152% en la frecuencia de ‘accidentes’ de Pemex. Este derrame, al igual que el incendio de la semana pasada, son siniestros inherentes a la extracción y manejo de combustibles fósiles”, señala el documento.
Agregaron que entre 2022 se incrementó en 126% la gravedad de los siniestros, mientras el presupuesto para mantenimiento cayó 49%.
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