Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue apostando al rescate de Pemex y de la CFE para impulsar el desarrollo del país, la paraestatal petrolera se devalúa aceleradamente, al grado que dejó de ser de las 10 marcas más valiosas del mundo.
También perdió su puesto como la marca más valiosa de México, para ser superada por la cerveza Corona.
Asimismo, la indiscreción del presidente sobre su intención de pagar deuda de Pemex usando fondos del Fondo Monetario Internacional provocó que la deuda se encareciera, según él mismo admitió este 6 de octubre.
De acuerdo con el reporte MÉXICO 50 2021. Informe anual de las marcas más valiosas y más fuertes de México de la empresa Brand Finance, en tres años, es decir, en lo que va del actual gobierno ha perdido más de la tercera parte de su valor como marca.
Es decir, de un valor de 9 mil 10 millones de dólares que tenía en 2019 ahora tiene un valor de 5 mil 549 millones de dólares.
Se recordará que durante todo el sexenio los medios de comunicación han reportado las millonarias pérdidas de Pemex. A la mala gestión y la elevada deuda que arrastra, se sumó el severo impacto de la pandemia, que a nivel global redujo la demanda de diversos combustibles.
A ello debe agregarse el fuerte gasto que el gobierno de AMLO ha hecho para la construcción de la refinería Dos Bocas y la compra de otra refinería en Texas.
El año pasado fue cuando Pemex registró las mayores pérdidas: de 22 mil 995 millones de dólares.
Este miércoles 6 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su anuncio de pagar deuda de Pemex con fondos entregados hace unos meses por el Fondo Monetario Internacional provocó el encarecimiento de la deuda, debido a que se vieron atraídos los llamados “fondos buitre”.
“Aquí hablábamos de la utilización de recursos de México que estaban entregándonos y que estábamos pensando en la posibilidad de comprar bonos para pagar la deuda, y en especial la de Pemex”,
“¿Saben qué paso? Aumentaron los intereses en los bonos de Pemex, nada más porque están los fondos llamados buitres”.
El 18 de agosto pasado, AMLO dijo que su gobierno usaría una entrega especial de 12 mil millones de dólares del FMI para pagar deuda de Pemex.
Con lo que no contaba el presidente es que los mercados financieros son sumamente “sensibles” a cualquier anuncio y al hablar de su plan (que por otro lado es complicado que se aplique, según explicó en su momento Banxico), provocó especulación que llevó a que la compra de deuda se encareciera.
Es decir, que AMLO empeoró la situación para la empresa.
El presidente aprovechó el revés para pontificar en contra del amor al dinero, al que llamó “el papá y la mamá del diablo”.
Dirigiéndose a “los jóvenes”, dijo que “es mejor la pobreza que la deshonra”. Incluso, dijo que traer cosas caras es de “mal gusto”.
“No dejo de dar el consejo a todos, y de manera especial de los jóvenes que se alejen lo más que se pueda del dinero, de lo material, porque eso es una tentación y no necesariamente significa felicidad; a veces es la perdición lo material, la felicidad, no hay que olvidarlo, es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia y con el prójimo, esa es la verdadera felicidad, no lo material, el lujo barato ¡las marcas!”.
Esto, a pesar de que él recibe un salario superior a los 100 mil pesos mensuales, vive en un Palacio cuya manutención cuesta millones de pesos al año al erario y los medios de comunicación han exhibido en varias ocasiones el precio de algunas de sus prendas de vestir.
*ofv
