La empresa farmacéutica Pisa, acusada por Andrés Manuel López Obrador de ser parte de la “mafia” de diez empresas corruptas culpables del desabasto de medicamentos, obtuvo 73 contratos de venta y distribución de fármacos por un monto de más de 2 mil millones de pesos.
De acuerdo con datos obtenidos por Reforma, Pisa y otras ocho empresas, algunas de ellas previamente inhabilitadas por el propio gobierno, concentran la mitad de los contratos otorgados para la primera compra consolidada de insumos médicos para 2022.
En dicha compra, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) pidió 583 claves de medicamentos, pero mediante los diversos contratos solo pudieron afianzarse 318 claves, lo que quiere decir que más del 40% de los medicamentos no se obtuvieron aún.
Cabe recordar que todavía este martes 4 de enero López Obrador culpó del desabasto al “grupo de diez empresas” que “antes” le vendían al gobierno.
Con la información citada, queda de manifiesto que la administración federal no sólo ha mentido respecto a no comprar a las empresas que en gobiernos anteriores supuestamente robaban al gobierno y vendían medicamentos (según AMLO) caducados o alterados; sino que también queda de manifiesto la mentira de que se consiguen de manera exitosa todas las claves.
Señala el reporte que además de lo adquirido por medio de licitación, el gobierno tiene insumos adquiridos en 2021 a través del convenio firmado con la Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones Unidas (UNOPS). Algunas dependencias de salud también hicieron compras propias.
El fallo de la licitación fue publicado el pasado 22 de diciembre. En esta licitación no participó la ONU.
Se recordará que hace más de un año AMLO anunció el convenio con la ONU como la solución para el desabasto. Este convenio lo que implicaba era que la UNOPS fuera un gestor de compras para el gobierno, lo que en los hechos resultó en más retrasos y más desabasto, pues muchas claves quedaron sin cubrir.
Pero lo mismo pasó en este última licitación, convocada apenas el 24 de noviembre.
Recuerda el diario que durante los dos años anteriores el gobierno debió recurrir a las adjudicaciones directas de contratos debido a que cientos de claves no se consiguieron por medio de las compras consolidadas.
Las nueve empresas que concentran la mitad de los contratos (alrededor de 6 mil 500 millones de pesos) de la mencionada licitación son Laboratorios Pisa, CSL Behring, Laboratorios Vanquish, Probiomed, Laboratorios Liomont, Landsteiner Scientific, Proteín, Brulugasa y Neolpharma.
De estas, Laboratorios Pisa se llevó contratos por más de 2 mil millones de pesos por medio de 73 contratos. Pisa había sido inhabilitada por la Secretaría de la Función Pública y participó en esta licitación debido a que obtuvo una suspensión de la inhabilitación.
Pisa fue señalada en 2019 por AMLO de impulsar prácticas monopólicas y en ese mismo año, la Cofepris filtró a la prensa información en el sentido de la empresa había pedido condiciones preferenciales para vender medicamentos oncológicos.
En enero de 2020, AMLO justificó el desabasto de oncológicos acusando a Pisa: “Lo que hay es una campaña de esta empresa, que era la que tenía el negocio de surtir medicamentos para el cáncer. Quiso chantajearnos no surtiendo y pensó que con eso nos iba a poner a temblar”.
Ahora, el gobierno nuevamente hace contratos con la empresa.
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