La primera intervención de Lenia Batres en un debate del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) despertó críticas severas y burlas por la ineptitud y la ignorancia que mostró, las que ya habían sido anunciadas cuando menos desde su primera comparecencia en el Senado de la República.
Tras animarse a tener una participación en la sesión de este jueves, Batres debió haberse dado cuenta de que el trabajo en serio en las SCJN va mucho más allá de la celebración, de hacer votos de austeridad y de autodenominarse “ministra del pueblo”. Pronto el ministro Luis María Aguilar Morales le aclaró un punto sobre las suspensiones provisional y definitiva por un caso que se discutió.
En la Corte se discutió un proyecto de Aguilar Morales, en el que proponía que fuera válido iniciar una queja en el caso de que una autoridad incumpla con una suspensión provisional en un juicio de amparo, aunque posteriormente se dicte una suspensión definitiva.
Esa fue la oportunidad para la primera intervención de Batres, quien dijo lo siguiente: “Yo quisiera nada más anotar que se está proponiendo con la queja de un acto que no es vigente, que incluso puede ser contradictorio a otro acto, que puede ser ya la suspensión definitiva; es decir, puede estársele dando efecto a una queja de una suspensión provisional contradictoria de una suspensión definitiva que se niegue, quedando el juez en realidad en una condición absurda porque puede estar sancionando a una autoridad que no cumple un acto que él mismo considera que no es válido”.
Por ello, dijo, se separaba de conclusiones del proyecto. Su intervención duró cerca de un minuto.
Sin embargo, Aguilar Morales aclaró en la sesión que la suspensión provisional a la que se refería había estado vigente, y que “como orden judicial, tenía que cumplirse y su desacato puede sancionarse aunque se haya dictado la definitiva ya, de tal manera que, independientemente de que se haya ya dejado sin efecto la suspensión provisional por la definitiva, es necesario revisar si cuando estaba vigente la provisional, la autoridad desacató o no desacató la suspensión”.
Agregó: “No porque se haya sustituido por la definitiva quiere decir que se invalidó la provisional; la provisional estuvo vigente, era una orden judicial que tenía que cumplirse y su desacato puede revisarse, ya no exigir, desde luego, el cumplimiento de la provisional porque ya está sustituida; no invalidada, pero sustituida”.
El ministro Alberto Pérez Dayán coincidió con Aguilar Morales, y comentó que “es cierto que, en algunos casos, la suspensión definitiva puede cambiar lo decidido en la provisional, y muchos otros tantos confirmarán lo que sucedió. Lo que interesa revisar es el acatamiento a un mandamiento judicial como condición para poder considerar la eventual presentación de una denuncia en estas circunstancias”. Y concluyó: “La filosofía de la Ley de Amparo es el mandato del juez se cumple, independientemente de que después se revoque”.
Finalmente, en la votación el proyecto de Aguilar Morales obtuvo nueve votos a favor, y sólo dos en contra: los de la ministra presidenta Norma Piña Hernández, quien anunció voto particular, y de la autodesignada “ministra del pueblo”.
El consultor en litigio estratégico y activista Miguel Ángel Meza se fue con todo contra Batres: afirmó que no está capacitada para ser ministra y que, de acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, hasta “debería ser responsabilizada por ello”.
Sobre lo dicho por la ministra, Meza afirma que ella “no conoce las reglas mínimas del amparo. No sabe cómo funcionan las suspensiones, ni tampoco sabe reconocer un caso de desacato. No está capacitada para litigar un juicio (como lo muestra la demanda que le desecharon). Mucho menos está capacitada para resolver los asuntos jurídicos más importantes del país. Batres es una política que obtuvo un puesto en la Suprema Corte gracias a sus influencias políticas y su militancia en Morena. Ni más, ni menos. No puede ser una jueza constitucional”.
Al retuitear el mensaje de Meza, lacónico, el cronista Héctor de Mauleón comentó: “Pobre país”.
El periodista Arturo Ángel refirió que Batres es coacheada por una de sus compañeras: “Está siendo capacitada por la ministra Yasmín Esquivel de forma intensa sobre el trabajo en la Corte. El lunes pasado estuvieron por lo menos tres horas reunidas a puerta cerrada”.
La tuitera Nina, especialista en derecho electoral, consideró que la confusión de la “ministra del pueblo” al mencionar “una supuesta contradicción entre suspensión provisional y una definitiva realmente es imperdonable en un nivel de SCJN. La primera siempre va a preceder a la segunda, carambas ¿también en realidad obtuvo el título en media hora ahí en el Centro Universitario Cúspide? Dios tenga misericordia de toda la ciudadanía cuyo último recurso en búsqueda de justicia caiga en manos de tal ignorancia extrema como el de la militante de partido en mención”.
El caricaturista Chavo del Toro tuiteó sobre la intervención de la flamante “ministra del pueblo”: “Me da mucho nervio ver a Lenia argumentar cosas… Me recuerda a la secundaria cuando me tocaba exponer y no sabía ni qué pedo…”.
La “ministra del pueblo” no puso el video de su intervención en sus redes sociales, como sí lo hizo con sus votos de austeridad y su primer discurso ante la SCJN. Este jueves ya no se trataba de rollos, sino de trabajo en serio.