La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó a un juez de diversos daños ecológicos que la obra del Tren Maya ha dejado a su paso: cemento que ha caído en el agua de cavernas, techos caídos en cenotes, extracción no autorizada de agua, modificación de las cavernas y oxidación de pilotes, informa El Universal.
Ese diario dio a conocer este viernes varios aspectos que contiene el informe que la Profepa entregó el pasado 29 de abril al Juzgado Primero de Distrito en el Estado de Yucatán sobre el estado de las cavernas que se encuentran bajo las obras del Tramo 5 del Tren Maya.
Entre los daños que la procuraduría encontró y que ha reportado al juez Adrián Fernando Novelo se encuentra, por ejemplo, que cemento se solidificó en áreas secas y cayó en agua de al menos cincos cavernas denominadas Garra de Jaguar, X’tun, Manitas, Opneheimmer y Ocho Balas; en un cenote colapsó su techo; se ha realizado el lavado de ollas de revolvedoras en sitios no autorizados; extracción de agua con la autorización correspondiente, y que las cavernas han sido modificadas por perforaciones realizadas para instalar pilotes.
Otra afectación causadas por la construcción de la obra emblemática del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es la oxidación del recubrimiento de pilotes.
Desde enero debieron haberse frenado las obras, como lo ordenó una resolución del Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa de Yucatán, mientras se entregaban estudios geológicos, geofísicos y geohidrológicos respectivos.
Pese a ello, las obras, a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional, no han sido suspendidas, como han acreditado los ambientalistas con diversos documentos como videos.
Ahora el informe de la Profepa muestra los numerosos daños que están quedando como huella ambiental del Tren Maya.
